Por Alina Navarrete Fernández/Corresponsal
De acuerdo con el informe “Palabras Impunes: Estigmatización y violencia contra mujeres periodistas en México 2019-2022”, elaborado por Comunicación e Información de la Mujer A. C. (CIMAC), Guerrero es la cuarta entidad del país con mayor número de agresiones y la primera en desplazamiento forzado de mujeres periodistas, debido a la violencia en la entidad.
La coordinadora de Estrategias de Comunicación y el Observatorio de Medios, Cirenia Celestino Ortega, y la responsable de Redes de Periodistas, Libertad de Expresión y Género, Adriana Ramírez Vanegas, junto con la directora de El Jale Noticias, Antonia Ramírez Marcelino, las periodistas Natividad Ambrosio Cuevas y Alina Navarrete Fernández, presentaron el informe el jueves pasado en el Hotel Holiday Inn de Chilpancingo.
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En su intervención, Cirenia Celestino resaltó que el primer trienio del expresidente Enrique Peña Nieto se registraron 248 agresiones a mujeres periodistas, mientras que en el primer trienio del presidente Andrés Manuel López Obrados fueron 767 casos documentados, lo que representa un incremento de 209%, “una realidad abrumadora y preocupante, por lo cual su visibilización se hace prioritaria en tiempos donde el descrédito de la labor periodística se ha convertido en un pilar para la actual administración”.
A nivel nacional, CIMAC registró agresiones a mujeres periodistas en 30 de los 32 estados del país, sólo en Campeche y Zacatecas; “no es casualidad que Ciudad de México, Puebla, Coahuila, Guerrero y Estado de México sean las entidades donde se estén generando el mayor número de agresiones, puesto que también tenemos un incremento elevado de feminicidio, de violencia estructural y el tema de seguridad”, dijo Adriana Ramírez.
Detalló que en el caso de Guerrero se documentaron 73 agresiones a mujeres periodistas, principalmente en los municipios de Chilpancingo, Iguala, Acapulco, Tlapa, Zihuatanejo, Tixtla, Marquelia, San Luis Acatlán, Ometepec y Taxco; además, de los 19 casos de desplazamiento forzado que acompaña CIMAC, cuatro son de Guerrero, es el mayor número en el país.
Los principales agresores de las mujeres periodistas en Guerrero son civiles —algunos afines al gobierno estatal—, integrantes de estructuras criminales y funcionarios. A esta situación se suma la precarización del oficio, la falta de salarios dignos, así como acceso a seguros médicos.
Para Antonia Ramírez, el principal factor que ha incrementado los ataques hacia las reporteras es que “tenemos un gobierno que permite y también fomenta la agresión y eso lo vemos todos los días en la mañanera, donde si un periodista hace un trabajo diferente a lo que piensa el presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador) viene la descalificación”.
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En tanto que a nivel estatal, “no estamos viendo un gobierno al que nosotras podamos denunciar, exigirle, que estamos recibiendo ataques de un grupo criminal, de autoridades comunitarias, autodefensas”; añadió que algunas periodistas no denuncian las agresiones por la falta de confianza a las instituciones, por lo que considera que “si tuviéramos la cultura de la denuncia serían más casos registrados y entonces, sería más alarmante”.
Natividad Ambrosio dijo que las reporteras se enfrentan a doble riesgo por ser mujeres y periodistas; reflexionó que, con el avance de la tecnología, también se enfrentan a violencia digital que es “menos rastreable” en comparación con otro tipo de violencias.
“Las redes sociales han dado una apertura para mayor facilidad para las agresiones, hay una mayor libertad, sí, pero también hay una mayor agresión para nosotras que ejercemos el periodismo”, expresó.
Por otra parte, criticó que desde el gobierno federal se pretenda descentralizar el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, debido a que esto significaría confrontar a las víctimas con los agresores.
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“Aunque el mecanismo no funcione al 100% es la única vía que tenemos, siendo estadísticas para el gobierno, para que encuentren nuestros cuerpos, porque traemos un botón de pánico donde sino hay señal, no funciona, pero te rastrean (…) Sí es desesperante, sí es desalentador, pero si se fragmenta el mecanismo como lo quieren hacer en los estados es volver a revictimizarnos”, expresó.
Finalmente, CIMAC hizo un llamado al gobierno de Guerrero, que encabeza la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, a no obstaculizar el ejercicio periodístico con tácticas como el blindaje de los eventos públicos para evitar que la prensa tenga acceso a la titular del Ejecutivo estatal y su gabinete.
