Por José Luis Escamilla / Corresponsal
Jalisco.- En el templo de Nuestra Señora de la Merced, en la zona centro de Lagos de Moreno, familias completas se reunieron para pedir por la pronta localización de Roberto, Dante, Diego, Uriel y Jaime, desaparecidos desde la noche del viernes.
Pero las plegarias alcanzaron a todas las víctimas de desaparición en Lagos de Moreno y en general de Jalisco, entidad que actualmente ocupa los primeros lugares a nivel nacional en el delito.
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Entre los asistentes estuvo Ana, hermana de Jaime Miranda, uno de los cinco muchachos desaparecidos.
Jaime es el más pequeño de sus hermanos y ella no para de llamarle “su niño chiquito”.
Sin poder contener el llanto, pide clemencia a quienes se lo llevaron y, bajo la promesa de no perseguirlos, ruega que le digan donde está.
“Jaime es un chico, ¿Qué les puedo decir? Muy feliz, le encantaba bailar. Siempre nos tenía riendo de cualquier tontería que hacía. Él era la alegría de nosotros, era mi niño chiquito, mi hermano, el más pequeño”, declaró Ana al salir de la iglesia.
También al término de la misa estaba don Armando Olmeda, padre de Roberto, quien tajante asegura que no quiere castigo para nadie, solamente necesita saber de su hijo.
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“Yo no ando buscando un culpable, yo ando buscando a mi hijo. Yo no tengo que hacer nada contra nadie, yo ando buscando a mi hijo, entonces eso es lo que quiero y nada más. Yo no quiero más nada. Si ahorita me lo traen, les digo a ustedes gracias que Dios los bendiga y nos vamos él y yo a mi casa”, pidió.
Para el señor Olmeda el mirador de San Miguel en el municipio de Lagos de Moreno es un símbolo de libertad, porque es el último lugar donde su hijo estuvo en paz.
En general, los familiares de los jóvenes desaparecidos no saben si las investigaciones las hará la fiscalía de Jalisco o si correrán a cargo de la Fiscalía General de la República, como dijeron las autoridades; lo único que piden es que alguien pare ya esta inseguridad que los ha golpeado profundamente.
