Héctor de Mauleón aborda la forma en que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación han avanzado hacia los países del sur y forjado vínculos con grupos criminales, como es el caso de Ecuador, donde recientemente fue asesinado el candidato presidencial Fernando Villavicencio. La ola de violencia que se vive en Latinoamérica, dice, es una herencia siniestra de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Y la reacción del presidente Andrés Manuel López Obrador, autor de la política de los abrazos, no podía ser otra: la negación.
También ve: En opinión de Héctor de Mauleón: Tres ciudades gobernadas por el narco
Esta web usa cookies.