Por Alina Navarrete Fernández/Corresponsal
Guerrero.- La comunidad “biker”, empresarios y actores políticos de Chilpancingo despidieron al rugir de las motocicletas, con flores y mariachi, a José Guadalupe Fuentes Brito, promotor de la campaña de Marcelo Ebrard en Guerrero, y a su hijo, José Manuel Fuentes Calvo, quienes fueron asesinados el pasado sábado.
Este lunes por la tarde, familiares y amigos formaron el cortejo que salió de la funeraria “Santa Cruz” rumbo al panteón central. Al lugar acudió Rubén Hernández Fuentes, pareja de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, sin embargo, no asistió al entierro ni a la misa de cuerpo presente.
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Al frente estaba Gabriela Calvo, esposa y madre de las víctimas, la única sobreviviente de los hechos que, por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como un ataque directo en contra de José Guadalupe.
También asistieron el exalcalde de Chilpancingo por el PRI, José Luis Peralta Lobato; el exdirigente de la Cámara Nacional del Comercio, Pioquinto Damián Huato, y Jesús Urióstegui García, quien renunció a ser jefe de oficina de la gobernadora para dedicarse a promover la campaña de Claudia Sheinbaum.
Ninguno de los asistentes reprochó la presencia de medios de comunicación en el acto solemne, excepto Rubén Hernández, quien lanzó un despectivo “respeten” a los periodistas.
La comunidad “biker” enfiló motocicletas desde la capilla hasta el pasillo que daba acceso a la cripta familiar, donde fueron enterrados José Guadalupe y José Manuel; al pasar los féretros se encendieron los motores a manera de saludo y despedida.
“Ojalá nos encontremos en otro mundo, donde no haya tanta maldad”, expresó una de las hermanas de José Guadalupe, al tiempo que formaba una cruz con agua bendita encima de su ataúd, con un ramo de rosas blancas.
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José Mondragón, amigo de las familias Fuentes Brito y Fuentes Calvo, se dirigió a los asistentes, a quienes expresó: “No se valen las injusticias porque somos hermanos, porque somos de aquí, de repente se pregunta uno quién seguirá y no nos dan tiempo de prepararnos, la maldad nos ha rodeado, la maldad nos ha acosado y hoy vale la pena que estemos unidos”.
Con las palabras de José Mondragón, Ángela Brito, madre de José Guadalupe, se puso de pie, y dijo “yo como madre estoy igual, también que hagan justicia, no nada más que quede así, que no hagan nada, porque uno como madre queda uno triste sin sus hijos y eso pónganse a pensar y no es posible que no hagan (…) Yo no estoy de acuerdo que nada más así se quede eso (…) justicia, justicia quiero yo”.
En tanto que José Luis Lobato recordó a José Manuel como un joven entusiasta, con deseos de superación, que pretendía formarse como odontólogo, y a José Guadalupe como “un hombre solidario, luchador, sin cansancio, con grandes proyectos”.
“¡La familia Fuentes Brito, José Guadalupe y José Manuel piden justicia!”, gritó José Luis Peralta y animó a los asistentes a sumarse a la consigna.
