Por José Gerardo Mejía
Durante varias horas, el equipo de logística de Adán Augusto López Hernández cerró un tramo carretero en Chihuahua, acarreó policías, sindicalizados y militantes para llevar a cabo los mítines del aspirante presidencial de Morena.
A diferencia de otras asambleas del extitular de la Secretaría de Gobernación, este domingo acudió personal del Instituto Nacional Electoral (INE) para “dar fe del acto y poder llevar a cabo tareas de fiscalización posterior”, explicó a Latinus, Omar Molina.
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Este domingo, en la localidad de Pascual Orozco, en Guerrero, Chihuahua, que cuenta con tres policías por turno, dejaron de lado sus tareas de seguridad para ser utilizados como franeleros, ya que tuvieron la encomienda de quitar vehículos en calles que pudieran estorbar a la comitiva.
Ante el reducido número de uniformados, se dio la instrucción previa de sumar más policías del municipio de Guerrero, que gobierna el morenista, Carlos Comadurán Amaya.
Esta labor la hicieron también uniformados de vialidad que visten con uniforme color mostaza, y quienes fueron ignorados por el equipo de seguridad de Adán Augusto, cuando pidieron que estacionaran el convoy de cinco camionetas en otro sitio, sin embargo, se estacionaron en cualquier otro lugar.
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Antes, desde las seis de la mañana, el tramo Pascual Orozco, el principal de la localidad, fue cerrado para comenzar a colocar el templete, bocinas, sillas y lonas para recibir a Adán Augusto.
En tanto, policías municipales acordonaron el lugar para que los automovilistas rodearan el lugar donde se iba a llevar a cabo el acto.
