Por Edmundo Velázquez
Adolfo Karam Beltrán, el ex jefe de la Policía Judicial de Puebla, fue detenido este jueves en Boca del Río, Veracruz; el aseguramiento ocurrió alrededor de las 8:42 de la mañana en la esquina del bulevar Miguel Alemán y la calle Benito Juárez.
A Karam lo solicita un juez federal del Primer Tribunal Unitario del vigesimoséptimo circuito, con sede en Quintana Roo, acusado del delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho Ribeiro.
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Karam se ocultaba en Veracruz. En febrero del 2021 se reportó que pasó por la caseta de Amozoc, Puebla, en camino a Veracruz, pero pudo llegar al puerto pese a que existía una orden de aprehensión en su contra.
Junto con el ex gobernador Mario Marín y el empresario Kamel Nacif, a Karam se le acusa de ser parte de una lista de 11 funcionarios y personajes públicos que participaron en un complot para detenerla en diciembre de 2005.
La periodista presuntamente fue torturada en represalia por mencionar a Kamel Nacif como uno de los asistentes a las fiestas del pederasta Jean Succar Kuri en Cancún, Quintana Roo, en el libro “Los Demonios del Edén”.
El empresario Kamel Nacif y el ex gobernador Mario Marín acordaron la detención de Lydia Cacho iniciándole un proceso penal por el delito de difamación y calumnia, este proceso se realizó de manera exprés ante el Poder Judicial conducido por la entonces jueza Rosa Celia Pérez Gonzalez.
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De acuerdo con la acusación, para detenerla se liberó una orden de aprehensión que se ejecutó a través de la Policía Judicial, que en ese entonces dirigía Adolfo Karam Beltrán y los agentes de la Policía Judicial siguieron órdenes precisas de Adolfo Karam.
El ex jefe de la Policía Judicial exigió que la periodista fuera traslada sin abrigo y vía terrestre desde Cancún a Puebla. En el camino, enfermó y mientras la movilizaban iban torturándola psicológicamente ya que la amenazaron con violarla, ahogarla y tirar su cuerpo.
El trayecto fue de mil 500 kilómetros hasta la ciudad de Puebla. Después de que ingresó a prisión finalmente logró su liberación después de pagar una fianza de alrededor de 106 mil pesos.
Casi diez años después se retomó el caso por el delito de tortura por el cual ya fue detenido Mario Marín.
