La bruma ocasionada por el humo de los cientos de incendios forestales que se están produciendo en Canadá continúa expandiéndose por el noreste de Estados Unidos, donde millones de ciudadanos permanecen en alerta por el riesgo de inhalar aire potencialmente dañino.
Esto supone al menos una jornada más que sacó a los jugadores de los campos de beisbol, bajó a los actores de los escenarios de Broadway, demoró miles de vuelos y provocó la reaparición de los cubrebocas y el trabajo desde casa, al tiempo que aumentó la preocupación por los efectos de la exposición prolongada al aire de mala calidad.
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En Washington, D.C., la alcaldesa Muriel Bowser ordenó que las escuelas cancelen los recesos al aire libre y las excursiones este jueves. En los suburbios de Filadelfia, las autoridades habilitaron un albergue para que las personas sin hogar puedan protegerse de la humareda.
En tanto, las escuelas públicas en Yonkers, Nueva York, también están cerradas y en los colegios de Nueva York, Maryland y Virginia se cancelaron las actividades al aire libre.
La gobernadora neoyorquina, Kathy Hochul, dijo que el estado distribuirá un millón de cubrebocas N95, los recomendados en el pico de la pandemia de la Covid-19, en instalaciones estatales, incluyendo 400 mil en la ciudad de Nueva York.
Tras las insólitas imágenes publicadas este miércoles de icónicos edificios como el Empire State Building rodeados por una nube de humo naranja, el Capitolio estadounidense en Washington amaneció hoy sumido en la bruma.
Las autoridades llamaron a la población a limitar el tiempo que pasan al aire libre y a usar cubrebocas para evitar inhalar el humo, que podría contener partículas contaminantes.
“Es probable que las condiciones sigan siendo poco saludables, al menos hasta que cambie la dirección del viento o se apaguen los incendios”, agregó Bryan Ramsey, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología.
“Dado que los incendios están activos, y son realmente grandes, es probable que continúen durante semanas. Así que todo va a depender del cambio de viento”.
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A través de redes sociales, el Servicio Meteorológico Nacional explicó este jueves qué hacer si se emite una alerta de mala calidad de aire.
“Permanezca adentro, manténgase informado, minimice el uso de vehículos y otras máquinas que funcionan con gasolina, y no queme desechos u otros artículos”, apuntó.
Todo ello es consecuencia del denso humo procedente de más de 430 incendios forestales activos que arrasan Canadá y varias zonas del noreste de Estados Unidos.
Según los pronósticos, el aire, que ha hecho desplazar el humo hacia el sur del país, puede tardar varios días en despejarse en una zona en la que viven aproximadamente 75 millones de personas.
En Washington, esta mañana el índice de calidad del aire superaba los 310 y alcanzaba el nivel 6 o “peligroso”, según el Air Quality Index (AQI).
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La calidad del aire en Nueva York comenzó a mejorar ligeramente el jueves por la mañana, aunque todavía en un nivel 5 de 6 “muy poco saludable”.
Filadelfia, Harrisburg, en Pensilvania, y Washington D.C. son ahora las zonas más afectadas por un humo que perjudica también a grandes urbes como Baltimore, Newark, Pittsburgh, Detroit, Cleveland, Cincinnati o Indianápolis.
Hay más de 400 incendios forestales activos en Canadá y las autoridades advirtieron que este año será uno de los peores de la historia del país.
El humo afecta también a Groenlandia e Islandia desde el 1 de junio y podría alcanzar Noruega el jueves, según el Instituto Noruego de Investigación Climática y Medioambiental, que apuntó que no se espera que suponga un riesgo para la salud en el país.
Con información de EFE y AP
