Denise Dresser se dirige a quienes están entusiasmados con el triunfo de Delfina Gómez en el Estado de México para hacerles algunas precisiones, y la primera de ellas es que Morena encumbró a una delincuente electoral.
Tras explicar en qué consistió el diezmo que aplicó en Texcoco y cómo salió impune, considera que es ingenuo pensar que llegó para desplazar a la vieja política del PRI mexiquense. Todo lo contrario.
Para terminar, la politóloga derrumba el mito del origen humilde de la próxima gobernadora, destacando su perfil aspiracional y símiles con el viejo régimen. Es, más bien, un relevo de élites.
Poco se sabe sobre qué es lo que Delfina Gómez propone para que los mexiquenses salgan adelante, lo que sí está visto es que en la 4T, ser delincuente electoral no es un veto, sino una condición para obtener una candidatura.
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