La afición de algunos “fifas” y sus conductas violentas generaron un preocupante aumento de casos de agresión doméstica en los hogares mexicanos, como se ha verificado en Nuevo León. Carolina Hernández argumenta que el consumo de alcohol los fines de semana de partido son un detonante para los comportamientos violentos hacia las mujeres. El futbol no es el problema, pero los resultados de un juego inciden en el índice de violencia en las familias. Este año, son alarmantes las cifras de carpetas de investigación por violencia de género.
Ve también: En opinión de Carolina Hernández: El problema no es Peso Pluma
