Este lunes en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se publicó el decreto por el cual desaparece el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y sus funciones son trasladadas al IMSS-Bienestar, programa que ahora dará servicio y medicamentos a las personas que no cuentan con seguridad social.
La iniciativa transfiere el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) al IMSS-Bienestar, así como los recursos humanos, financieros, materiales, inmuebles, derechos y obligaciones del Insabi a Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar) en un plazo no mayor a 180 días a partir de la entrada en vigor del decreto.
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De igual forma, el IMSS-Bienestar, junto con la Secretaría de Salud, colaborará en la compra y distribución de los medicamentos y demás insumos para la salud.
El dictamen fue aprobado la madrugada del 29 de abril por los senadores de Morena y sus aliados en la antigua sede de Xicoténcatl, luego de que los legisladores de la oposición tomaran la tribuna del Senado al no llegar a un consenso para nombrar a un nuevo comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Durante esa sesión —del 29 de abril— también se aprobó la militarización del espacio aéreo, otro dictamen que permite la creación de una aerolínea de la Sedena, así como propuestas en materia de minería.
Por este dictamen, el médico cirujano y asesor en políticas de salud, Xavier Tello, afirmó que el Insabi no fue creado para dar atención médica a los pacientes, sino para adueñarse y administrar los recursos del extinto Seguro Popular.
“No tenía gente especializada en salud, su director (Juan Antonio Ferrer Aguilar) es posiblemente una de las personas más incapaces que hay en todo el gabinete, nunca se entendió lo que era darle atención médica a un paciente, nunca fue pensado eso”, dijo.
El médico recordó que el Insabi arrancó en enero de 2020 sin tener reglas de operación, lo que provocó que los pacientes que tenían Seguro Popular no supieran qué hacer y se quedaran sin atención médica.
“Lo que ocurrió es que se cancelaron todos los contratos que había para colaboraciones público-privadas”, señaló Tello y puso como ejemplo que las pacientes que se atendían en la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM) con recursos del Seguro Popular se quedaron sin atención médica.
Por otra parte, señaló que, además, el Insabi se gastó y desapareció más de 100 mil millones de pesos del Fondo de Gastos Catastróficos— creado por el Seguro Popular para la atención de enfermedades graves—, de acuerdo con un reporte de la organización México Evalúa.
