El director general de logística de Pemex, Javier González del Villar, descartó este viernes que haya peligro para los vecinos de la alcaldía Iztacalco, quienes bloquearon el cruce de Río Churubusco y avenida Añil para exigir soluciones por el derrame de gasolina ocurrido en una toma clandestina ubicada en la zona.
En un diálogo que entabló Javier González con los vecinos y con la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil capitalina, Myriam Vilma Urzúa Venegas, indicó que el olor a gasolina en la zona es derivado de una toma clandestina que se descontroló y dejó combustible derramado en el asfalto, pero que ya se iniciarán los trabajos de remediación.
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“No hay riesgo para la población, personal de Pemex desde el primer momento ha estado trabajando permanentemente, los vecinos puede ver que ha habido acciones, se mide en cada una de las coladeras y cada uno de los pozos los niveles de explosividad”, señaló a vecinos.
Asimismo, dijo que desde hace cuatro años, cuando se detectó otra toma clandestina en el lugar, se han monitoreado las zonas aledañas de la terminal de almacenamiento de Pemex, que se encuentra en la avenida Añil, para evitar un riesgo.
“Llevamos cuatro años trabajando hacia el interior de la terminal de almacenamiento y despacho de Añil en las zonas aledañas (…) se mide desde hace cuatro años la explosividad de la zona que es nuestro parámetro para decirles a nuestros vecinos que pueden estar tranquilos”, indicó.
Por su parte, los habitantes de la zona acusaron que el gobierno capitalino y Pemex hacen caso omiso a sus peticiones para solucionar el problema, ya que lleva varios meses.
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Los vecinos del lugar aseguraron que este problema les está causando daños respiratorios, así como el constante temor que pueda haber una explosión de gran magnitud.
