El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, criticó este jueves la expulsión de migrantes desde estados con gobiernos republicanos a distintas ciudades del país.
“Es un día triste y trágico cuando un funcionario del gobierno utiliza a los migrantes como peones con fines políticos”, aseguró Mayorkas en conferencia de prensa de la Casa Blanca junto a la portavoz del gobierno, Karine Jean-Pierre.
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El secretario recordó que, a partir de la medianoche, la gente que llegue a la frontera sur estará sujeta al Título 8, la norma que históricamente ha regido el proceso de migración y que cumplirá la función del Título 42.
“Esto significa que si alguien llega a nuestra frontera sur después de la próxima medianoche, presumiblemente no será apto para asilo y estará sujeto a consecuencias más graves por entrar ilegalmente, lo que incluye una prohibición de un mínimo de cinco años y un enjuiciamiento criminal potencial”, subrayó.
Afirmó que han reforzado el número de agentes en la zona y que llevan preparándose para este momento desde hace dos años: “Estamos aumentando a 24 mil los agentes de la Patrulla Fronteriza, cuatro mil soldados, miles de contratistas y mil funcionarios y jueces de asilo”.
Insistió en que esperan grandes cifras de detenciones de migrantes irregulares en el límite con México y que, de hecho, ya están viendo grandes números en ciertos sectores.
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Mayorkas mencionó las medidas que el gobierno del presidente Joe Biden adoptó en las últimas semanas para lidiar con la que se anticipa como una gran crisis migratoria y aseguró que su país está aplicando consecuencias más duras contra quien entra irregularmente a Estados Unidos.
“Durante la primera mitad de este año fiscal hemos expulsado a más de 665 mil personas, estamos llevando a cabo docenas de vuelos de deportación cada semana y seguimos aumentándolos. Justo ayer trabajamos con el gobierno de México para expulsar a cerca de mil venezolanos que no usaron las vías legales disponibles para entrar en Estados Unidos”, apuntó.
Dijo que Estados Unidos está trabajando “de cerca con México” y recordó la conversación telefónica a principios de esta semana entre Biden y el presidente Andrés Manuel López Obrador: “México está adoptando medidas de seguridad muy importantes que apreciamos de gran manera y que han sido tomadas en coordinación con nosotros”, señaló.
En una rueda de prensa telefónica aparte, Blas Núñez-Neto, subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional, destacó que el gobierno está escuchando, pero no está de acuerdo con las críticas de organizaciones de derechos humanos contra las nuevas restricciones en la frontera.
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El funcionario aseguró que las medidas que se han tomado “son necesarias” para afrontar el reto y afirmó que los migrantes “todavía tienen derecho de pedir asilo en la frontera”, además de que se han “expandido los canales legales”.
Con información de EFE
