EFE.- La Fiscalía General de Michoacán informó este miércoles que se descubrió una fosa clandestina con siete cadáveres, cerca de los límites con Guanajuato, en el centro del país.
Las autoridades puntualizaron que los cadáveres se encontraban en avanzado estado de descomposición y fueron ubicados en el fondo de un barranco a la orilla de la carretera estatal que une los municipios de Huaniqueo y Villa Morelos.
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Los cuerpos fueron enviados al Servicio Médico Forense, donde permanecerán a la espera de ser identificados y se precisará la causa de su muerte, aunque inicialmente se presume que se trató de homicidios relacionados con bandas del narcotráfico.
En esta zona de Michoacán, conocida como la región Bajío, operan las organizaciones del narcotráfico autodenominadas como Cártel Jalisco Nuevo Generación (CJNG), Cárteles Unidos, Los Caballeros Templarios y Cártel de Santa Rosa de Lima.
Apenas este sábado pasado, agentes de seguridad estatales de la Guardia Civil descubrieron una finca que operaba como guarida de un grupo de sicarios, en una zona rural del municipio de Zinapécuaro, distante a 30 kilómetros de Villa Morelos, en Michoacán.
En este sitio, se localizó una fosa clandestina con cinco cadáveres, con huellas de tortura e impactos de bala.
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En tanto, una patrulla militar abatió a siete presuntos sicarios, entre ellos a dos mujeres, en un enfrentamiento registrado el martes 2 de mayo, en los límites de los municipios de Ecuandureo e Ixtlán de Los Hervores, a 20 kilómetros de Huaniqueo.
En días pasados, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), envió a Michoacán un grupo de 300 soldados que fueron desplegados en operativos estratégicos contra el crimen organizado.
