Por Jorge Cisneros M.
Usuarios de la Línea A del Metro, que une el oriente de la Ciudad de México con el municipio Los Reyes La Paz, en el Estado de México, reportaron retrasos de entre 20 y 30 minutos en la llegada de trenes, lo que provoca gran aglomeración en las estaciones.
Reportes obtenidos por Latinus explican la causa de los retrasos en esa línea del Metro, que se han agudizado en esta semana. En la Línea A hay trenes fuera de circulación, porque la gerencia de Material Rodante solicita que se queden en los andenes debido a que no están en situación óptima.
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Los informes muestran que, en al menos dos días diferentes de este mes, la cantidad de trenes en circulación fue menor que la de los trenes varados.
Trabajadores del Metro contaron que en esa línea se tenía la intención de contar con 19 trenes para dar servicio en horas pico y 14 cuando baja la demanda, lo que el personal del Sistema de Transporte Colectivo (STC) llama “horas valle”.
Pero en realidad, por diversas fallas, en algunos días apenas se tienen 17. En otras jornadas la situación es peor: el 4 de abril, como lo muestra la minuta, en la terminal La Paz había 13 trenes en capacidad de dar servicio mientras 14 estaban detenidos. En el documento se refiere que están detenidos por solicitud de la dirección de Material Rodante.
En el informe del 11 de abril, el martes pasado, por 13 trenes habilitados, había 15 fuera de servicio. Con menos convoyes en circulación, la situación de los usuarios se complica día con día.
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La cuenta de Twitter, @MetroViral, elaborada en forma conjunta por trabajadores y usuarios del Sistema de Transporte Colectivo, que registra información de fallas, retrasos, aglomeraciones y diversos problemas en el Metro, señaló este fin de semana que sólo 16 de 34 trenes asignados a esa línea están en circulación.
Adicionalmente, el viernes por la noche, usuarios de la estación Tepalcates tuvieron que ser desalojados porque el convoy comenzó a despedir humo y fue necesario desalojar el andén.
El gobierno de la Ciudad de México informó el 10 de abril que la Guardia Nacional dejará de vigilar las estaciones del Metro, en las que se desplegó desde enero para prevenir fallas que, según dijo la mandataria Claudia Sheinbaum, podían deberse a actos de sabotaje y sólo dejarán algunos elementos en los talleres.
En los casi tres meses que duró la vigilancia, la única persona acusada de “sabotaje” fue una usuaria a la que se le cayeron las aspas de una lavadora a las vías y fue detenida durante tres días, y se le abrió una carpeta de investigación que luego se desechó por falta de elementos.
