Antes de la tragedia en la estación migratoria de Ciudad Juárez, ocho migrantes, incluidos menores de edad, habían muerto en otras instalaciones bajo control del Instituto Nacional de Migración (INM), que dirige Francisco Garduño Yáñez.
Información solicitada por Latinus a la institución que dirige Garduño muestra que en mayo de 2019 una niña guatemalteca de 10 años perdió la vida en la estación migratoria de Iztapalapa a causa de un golpe en el abdomen; la menor estaba internada junto con su madre en las instalaciones de Las Agujas.
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El INM no detalló qué tipo de golpe sufrió la menor o cómo se produjo este.
Además de la niña, migrantes de Haití, Ghana, Honduras, Guatemala y El Salvador (dos), han muerto mientras estaban detenidos, bajo la responsabilidad del gobierno mexicano.
Bajo la responsabilidad de Garduño, quien antes de llegar a este puesto había sido el comisionado de reclusorios, y durante 12 años desapareció de la vida pública tras su paso por la Secretaría de Transporte del entonces Distrito Federal, han ocurrido al menos dos tragedias.
La primera fue la muerte de 56 ciudadanos de Guatemala, Honduras, El Salvador, República Dominicana, Colombia y Ecuador en el choque de un tráiler que los transportaba, y el incendio de la estación de Ciudad Juárez.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hizo una recomendación al INM por este hecho, ya que no se llevó a cabo la revisión de transportes en la carretera que comunica San Cristóbal de las Casas con Tapachula, que el Instituto estaba obligado a hacer.
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El INM no aceptó la recomendación.
Bajo el mando de Garduño, se han vuelto comunes las imágenes de agentes de Migración persiguiendo a migrantes o golpeándolos, como sucedió en Tapachula, Chiapas, cuando el director de la estación migratoria Siglo XXI, Jorge Alejandro Palau, fue retratado mientras pateaba la cabeza de uno.
El funcionario también se ha destacado por declaraciones polémicas, como la de octubre de 2021, cuando dijo, a pocos meses de llegar al cargo, que deportaría a los ciudadanos de otros países así vinieran de Marte.
Hace unas semanas, dijo que los agentes del INM estaban autorizados a separar a menores de sus padres que cruzaban la frontera con ellos.
“He dado instrucciones de que, si es necesario, los niños se los quiten a los padres para poder nosotros tutelar el interés superior que es la niñez y no vamos a permitir que los pongan en riesgo de integridad o de su vida, así sean los padres”.
Pese a que organizaciones defensoras de migrantes censuraron las declaraciones, Garduño no se disculpó y se mantiene en el puesto.
