La impunidad prevalece en Cerocahui a nueve meses del asesinato de dos sacerdotes, acusa la Compañía de Jesús

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Foto: Cuartoscuro, Graciela López Herrera

Han pasado nueve meses desde que los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos fueron asesinados en Cerocahui, Chihuahua, presuntamente por Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, un dirigente del crimen organizado en la Sierra Tarahumara, y los hechos permanecen en la impunidad, recordó la Compañía de Jesús en México.

A través de su cuenta de Twitter, la Compañía señaló que los jesuitas apuestan por la memoria y, al cumplirse el noveno mes del crimen —en el que también perdió la vida el guía de turistas Pedro Palma—,piden que la justicia sea el preludio para alcanzar la paz en la Tarahumara.

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Tras el asesinato, elementos del Ejército y la fiscalía de Chihuahua llevaron a cabo indagaciones en la zona, pero el presunto responsable de la masacre sigue libre.

En días posteriores al hecho se dio a conocer que en la misma fecha, Portillo Gil secuestró a dos personas luego de un partido de beisbol y mató a una de ellas, mientras la otra pudo escapar.

En una homilía pronunciada en el contexto del noveno mes del asesinato de los dos sacerdotes, la Compañía de Jesús expresó que ya se han brindado medidas de protección internacional a los religiosos, hombres y mujeres, que “transitan por el mismo camino del legado de nuestros mártires” y deseó que estas se extiendan a toda la Sierra Tarahumara.

El sermón hizo referencia a la necesidad de nuevos liderazgos ante la crisis que vive el país.

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“Necesitamos líderes que no busquen apropiarse de los demás, sino que sepan cultivar lo mejor de los otros, que entreguen su vida sin reivindicar sus ‘esfuerzos’, que sirvan sin protagonismos, que mirando con empatía el sufrimiento de tantas y tantas víctimas de la violencia, sepan reconocer que son parte de la misma crisis. Necesitamos líderes que atiendan, con responsabilidad, las causas culturales y estructurales de la descomposición social”, se lee en un comunicado.

El mensaje finalizó con una oración para que las muertes de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, “así como la de tantas y tantas personas más” se conviertan en semillas de paz en la Sierra Tarahumara y en todo México.

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