AP.- La Fórmula Uno está de regreso en Arabia Saudita este fin de semana, un año después de que un misil golpeó al depósito de petróleo cerca del circuito durante la semana de carrera.
Y aunque los pilotos expresaron su confianza con la seguridad antes de la competencia del domingo, el siete veces campeón de la F1 Lewis Hamilton nuevamente abordó el tema de derechos humanos en el reino.
La F1 le aseguró a los pilotos que los medidas de seguridad impedirán que la carrera se vea impactada como el año pasado, cuando rebeldes Houthi de Yemen golpearon un depósito a 11 kilómetros de la sesión de prácticas. El ataque llevó a horas de conversaciones entre los pilotos, organizadores y socios.
El ataque ocurrió dos semanas después de que 81 personas fueron ejecutadas de forma masiva en Arabia Saudita —la ejecución masiva más grande en la historia moderna del reinado.
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Arabia Saudita es uno de varios países acusados de usar al deporte para lavar su imagen con respecto a los abusos de derechos humanos. Otros incluyen a Bahrein, que realizó la primera carrera de la F1 hace dos semanas y Qatar, que recibió la Copa Mundial el año pasado y también es sede de una Gran Premio de la F1.
Le preguntaron a los pilotos sobre regresar a Jeddah tras el ataque hace un año.
“Confiamos en la F1 y la organización para que nos mantenga seguros”, dijo el piloto francés Esteban Ocon. “Obviamente fue aterrador lo que sucedió el año pasado y nadie quiere volver a vivirlo”.
Le preguntaron al piloto de Mercedes Lewis Hamilton si estaba feliz de competir en Arabia Saudita.
“Está abierto a interpretación. Esperemos que todos tengan un fin de semana seguro”, dijo el británico.
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Después fue cuestionado si consideró no competir en Arabia Saudita por el tema de derechos humanos.
“La cosa es que si no estoy aquí, la Fórmula Uno continuará sin mí. Cuando vamos a lugares distintos creo que el deporte tiene la obligación de visibilizar los problemas”.
