Por Mario Gutiérrez Vega
En el nuevo estadio de las Guacamayas de Chiapas, el equipo de beisbol de Pío López Obrador, hermano del presidente de México, abundan las filtraciones de agua, las fallas eléctricas, los errores de diseño y los defectos en el campo de juego.
Además, el inmueble quedó abierto a la calle, sin puertas de acceso, lo que representa un problema de seguridad que impide organizar eventos masivos, de acuerdo con el ayuntamiento de Palenque.
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Estos fueron los resultados del diagnóstico que las autoridades municipales han enviado a la empresa ALZ Construcciones, a quien la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) encargó la renovación del estadio.
Terminado hace unos meses, el inmueble fue parte de un proyecto integral de renovación de la unidad deportiva de Palenque, Chiapas, en donde el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador gastó 120 millones de pesos, 17 millones más que lo presupuestado en enero de 2021 cuando se asignó el contrato de construcción.
La Sedatu entregó dos contratos a esta constructora. El primero, firmado el 18 de enero de 2021, por 103 millones de pesos, con el que debió terminar el estadio y modernizar la unidad deportiva propiedad del municipio.
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El segundo, firmado el 2 de junio de 2022, por 17 millones de pesos para hacer trabajos extraordinarios que la propia Sedatu no contempló en el primer contrato, como iluminación, accesos y arreglos en el área perimetral del estadio.
Así fue como ALZ Construcciones recibió más de 120 millones de pesos por trabajos de mala calidad.
El ayuntamiento de Palenque, encabezado por el Partido Verde, no quiera tomar posesión plena del estadio hasta que la constructora arregle los defectos, de acuerdo con funcionarios municipales entrevistados por Latinus.
Lo que prometía ser un espacio deportivo de primer nivel, hoy sólo sirve para los entrenamientos de una escuela de beisbol y los juegos de un equipo amateur.
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