Por José Gerardo Mejía
Con franqueza, Ricardo Monreal Ávila, senador de Morena, comentó la mañana de este lunes que el fin de semana había subido tres tuits en los que trató de explicar sin éxito los términos en los que se iba a votar el dictamen del plan B de la reforma electoral presidencial.
“Ayer envié tuits y ni así pude explicarlo, es técnico el asunto”, reconoció el legislador luego de que en comisiones unidas se votaría un dictamen del que ya había una minuta aprobada por el Congreso de la Unión.
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Un laberinto legislativo que comenzó a expandirse luego de que primero el Senado y luego la Cámara de Diputados aprobaron que en el proyecto quedara asentada la modificación al artículo 12 de la Ley General de Procedimientos Electorales para poder transferir votos en las urnas entre aliados.
Entre el 7 y el 14 de diciembre, senadores y diputados de Morena, así como del Partido del Trabajo y Encuentro Social, aprobaron —a propuesta del Partido Verde— incluir el cambio, conocido como “cláusula de vida eterna”.
Al día siguiente, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que es el gran elector de la 4T al advertir que, de aprobarse la cláusula de vida eterna, abriría la posibilidad de vetar el llamado plan B, su propuesta.
Por ello, antes de regresar la minuta al Senado, los diputados de Morena, PVEM y Partido del Trabajo eliminaron la propuesta horas después de la advertencia presidencial.
El nuevo dictamen circuló la tarde del domingo, y subraya que de acuerdo al artículo 72 de la Constitución, el artículo de la vida eterna a los partidos políticos no podía ser motivo de análisis porque ya había sido discutido y votado en ambas cámaras.
Durante la reunión de las comisiones unidas de Gobernación y Estudios Legislativos Segunda del Senado de la República, Claudia Ruiz Massieu, senadora del Partido Revolucionario Institucional, tomó la palabra y se expresó: “Entre más los oigo, más me confundo”.
“Es claro que aquí hubo una violación al procedimiento, porque la Mesa Directiva no debió haber recibido la minuta con esos cambios y voy a recomendarles que lean el libro ‘El poder legislativo’, del senador Ricardo Monreal que en su página 290, habla de la hipótesis de ese artículo”, aseveró.
Ruiz Massieu pidió ayuda para “entender qué hacer, porque si votamos convalidamos y yo no puedo acompañar violaciones graves al procedimiento legislativo que ahora sí, ya me quedó claro”.
El senador del PRD, Miguel Ángel Mancera Espinosa, la secundó cuando dijo que “desde un principio así había llegado el dictamen, no encontramos cuál es la materia del mismo”.
En su turno, Damián Zepeda, senador del Partido Acción Nacional, consideró que “nadie debería transferir votos, a mucha gente le parece cómodo, y si eso se queda vigente, a los mexicanos va a costarle millones de pesos, con vida artificial en el Congreso”.
“El artículo de vida eterna a los partidos políticos está en el limbo”, dijo Zepeda, con lo que replicó Zepeda el dicho de Monreal en una entrevista previo al inicio de la reunión.
Con tacto parlamentario, la senadora de Morena, Imelda Castro, propuso una reserva para quitar “con excepción” del artículo 12 y cambiarlo por “sin incluir”, para evitar la resurrección de la vida eterna de los partidos en una nueva discusión del tema.
“Votemos el dictamen como está, recogiendo lo que propone Imelda, para aprobarlo y enviarlo a su publicación”, dijo su compañero de bancada, José Narro Céspedes, con una voz como si acabara de ser rescatado en medio de un naufragio.
Con una actitud distinta, Mónica Fernández, presidenta de la Comisión de Gobernación, estuvo festiva y bromista a lo largo de la reunión, como si se hubiera aprobado el plan A de la reforma electoral del Ejecutivo federal.
“Tiene la palabra Noé Castañón, senador de Movimiento Ciudadano”, dijo la senadora Fernández, pero una senadora informó: “Fue al baño”.
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“Pues ya tiene horas allí”, respondió con tono burlón la morenista, lo que arrancó las carcajadas entre los senadores.
Minutos después, el emecista Castañón regreso para aclarar que no había ido al sanitario, sino que salió unos minutos, “no horas”, luego de la falla técnica en la que se perdió el sonido de la transmisión.
“Esto no es un dictamen, es un documento”, soltó Castañón aún con el rostro descompuesto.
César Arnulfo Cravioto, senador de Morena apuntó que “lo que quiere la oposición, es descarrilar y busca otra vía para hacerlo, pero qué les preocupa, si tiene la razón, se las darán en otras instancias”, adelantó.
La senadora panista Indira de Jesús Rosales San Román dijo con dureza: “Este proceso ha sido un proceso vergonzoso, una porquería, como oposición, agradecemos este rebote innecesario, fue indebido por el propio Senado”.
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La legisladora del blanquiazul hacía énfasis en los recursos que la oposición ha promovido para machacar la vía legal ante el plan B, que de acuerdo a consejeros electorales pone en riesgo millones de datos personales, la infraestructura de la credencial de elector, el traslado de los módulos a oficinas de gobierno y el despido masivo de integrantes del servicio profesional electoral.
Claudia Edith Anaya Mota, del PRI, apuntó que la minuta está viciada de origen, y “lo que están haciendo ahorita sólo nos está ayudando, para mí, es algo que no he visto en los últimos diez años, que nos va a ayudar a tumbar el famoso plan B del presidente”.
