Por Tania Rosas
Diconsa tiene en sus almacenes centrales y rurales leche, miles de suplementos alimenticios, agua, gel antibacterial y hasta pruebas de embarazo que están caducadas, además de galletas, arroz, avena y harina de maíz en mal estado, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
El máximo órgano de fiscalización del país determinó que Diconsa causó un probable daño al erario por mil 462 millones de pesos. La resolución es parte de una auditoría forense a la Cuenta Pública 2021 que la ASF hizo a esa empresa de participación estatal mayoritaria del gobierno federal.
El objeto social de Diconsa es coadyuvar con el fomento del desarrollo económico y social del país para garantizar el abasto de productos básicos y complementarios, perecederos y no perecederos a precios competitivos, en apoyo a la población de alta y muy alta marginación.
Sin embargo, la ASF consideró que Diconsa no ha cumplido con las disposiciones legales, incluso no ha desplazado a las comunidades más pobres del país miles de productos como cepillos dentales, preservativos, cajas de cartón, tinacos, shampoo y garrafones de agua, entre otras mercancías.
“En algunos casos, respecto de la mercancía de nulo desplazamiento o fuera de posición de inventario, los almacenes no proporcionaron la documentación comprobatoria y justificativa con la cual se pueda cuantificar, en virtud de que en su mayoría carecen de la documentación que acreditara su ingreso al almacén, como lo es la factura, pedido, pago, entre otros”, precisó.
Las mercancías caducadas, en mal estado y de nulo desplazamiento que se encuentran en los almacenes centrales y rurales de Diconsa tienen un costo de 56 millones 657 mil 500 pesos y la institución no acreditó las acciones realizadas para su baja, devolución, cambio, venta, recuperación, registro o acción legal que procediera en el año 2021.
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Aunado a ello, la ASF determinó que Diconsa no aclaró ni proporcionó documentación adicional justificativa y comprobatoria de 3 mil 750 millones de pesos por la recepción del maíz y frijol adquirido con Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) en 30 unidades operativas.
Entre otras irregularidades detectadas se encuentra la falta de documentación que compruebe la prestación de los servicios con las empresas Productora Agrimex y Rapax. Por esto se presume un probable desfalco por casi 36 millones de pesos.
Productora Agrimex fue contratada por Diconsa para la administración, control y manejo operativo de las mercancías depositadas en almacenes graneleros, mientras que Rapax se encargaría del servicio de limpieza en los inmuebles.
