Denise Dresser narra la historia de una funcionaria con una fe inquebrantable hacia el Líder Supremo, a tal nivel que pasó por encima de la ley para ayudarlo a financiar su movimiento. Su nombre: Delfina Gómez.
Una mujer que, a la vieja y hoy renovada usanza, retuvo el 10% del sueldo de cientos de trabajadores municipales, para después ser retribuida con la titularidad de la SEP, donde su inacción ante la pandemia aumentó el rezago educativo mientras callaba frente a la revelación del “diezmo” que impuso como alcaldesa.
El presidente la defendió, su partido le aplaudió y los fieles la justificaron. Y hoy, esa delincuente electoral ha sido encumbrada a la candidatura de Morena por el Edomex, cosa que habría que recordarle cada vez que tenga una actividad de campaña. ¿Cuál es la triste moraleja?
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