La CIDH otorga medidas cautelares a 11 integrantes de la comunidad jesuita de Cerocahui, donde asesinaron a dos sacerdotes en 2022

Foto: Cuartoscuro

 La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a once integrantes de la comunidad jesuita de Cerocahui, Chihuahua, al considerar que se encuentran en riesgo tras denunciar que han sufrido amenazas y agresiones por parte del crimen organizado.

A través de un comunicado, la CIDH pidió al gobierno de México implementar medidas más inmediatas para garantizar la seguridad a la comunidad jesuita de Cerocahui, pues se encuentran en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos.

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“La CIDH consideró que las personas beneficiarias se encuentran prima facie en una situación de gravedad y urgencia como consecuencia de las amenazas y hostigamientos por parte de grupos del crimen organizado, lo que ha puesto en riesgo los derechos a la vida e integridad personal”, indicó en el documento.

Asimismo, la CIDH detalló que las amenazas del crimen organizado contra las once personas comenzaron cuando ellos se integraron a las investigaciones sobre el caso de Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, sacerdotes asesinados el 20 de junio del año pasado en el municipio de Urique, en la Sierra Tarahumara.

La CIDH reconoció que existen dificultades geográficas para implementar inmediatamente las medidas de seguridad, por lo que exhortó al gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, que adopte medidas de protección que permitan a los integrantes continuar con sus labores pastorales sin ser objeto de amenazas, intimidaciones, hostigamientos y actos de violencia en su contra.

Así como, informar sobre las acciones adoptadas a fin de investigar los hechos que dieron lugar a la adopción de la presente medida cautelar y así prevenir su repetición.

El 20 de enero, la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús exigió al nuevo fiscal del Chihuahua, César Gustavo Jáuregui Moreno, justicia en el caso del asesinato de los sacerdotes asesinados en Cerocahui.

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Los jesuitas pidieron al nuevo fiscal esclarecer los hechos y detener a José Portillo Gil, alias “El Chueco“, señalado como el responsable de haber matado a los sacerdotes. Los religiosos señalaron que han pasado siete meses desde que ocurrieron los hechos y todavía no hay resultados.

“La Compañía de Jesús en México se encuentra preocupada por no contar con resultados sustanciales en la investigación y, principalmente, por la violencia que sigue azotando a la Sierra Tarahumara, ya que, al no haber justicia para los jesuitas y la comunidad de Cerocahui, el miedo impera en las y los pobladores”, señalaron.

El 20 de junio del 2022 los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora fueron asesinados luego de intentar defender a un hombre que era perseguido por sujetos armados y buscaba refugio dentro del templo de la comunidad de Cerocahui, ubicada en el municipio de Urique, en la sierra Tarahumara de Chihuahua.

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