Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, fue trasladado este jueves al Centro de Reinserción Social No. 1 “Altiplano”, en el Estado de México, el mismo penal de máxima seguridad del que su padre, el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, se fugó en 2015.
En el penal del Altiplano también se encuentran recluidos personajes como el exlíder del Cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero; el exjefe de seguridad regional de la extinta Policía Federal (PF), Luis Cárdenas Palomino; y Daniel Arizmendi López, alias “El Mochaorejas”.
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Ovidio Guzmán fue detenido la madrugada de este jueves en Culiacán, Sinaloa, y por la tarde fue traslado al penal Altiplano en un helicóptero desde las instalaciones de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), en la Ciudad de México.
Su padre, el cofundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, escapó en dos ocasiones de las cárceles mexicanas. Primero, en 2001 del penal de Puente Grande, en Jalisco; y en 2015, del penal del Altiplano, en el Estado de México, a través de un túnel construido desde el baño de su celda y con una longitud de 1.6 kilómetros.
En 2016, meses después, “El Chapo” fue recapturado y extraditado a Estados Unidos, donde cumple una sentencia de cadena perpetua.
En el penal con sede en Almoloya de Juárez, Estado de México, también se encuentra recluido el fundador del Cártel de Sinaloa, Héctor “El Güero” Palma, que salió en mayo del año pasado de este lugar, pero en abril fue regresado después de que se le revocó una sentencia de absolución.
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Otro de los narcotraficantes que también se encuentra en el Altiplano es el presunto líder del cártel de Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez, alias “El Marro”, que fue trasladado al recinto penitenciario de máxima seguridad en 2020.
Desde 2015 se encuentra preso en este penal, que está a poco más de una hora de la Ciudad de México, Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta” —acusado de los delitos de delincuencia organizada y contra la salud, y quien fue el criminal más buscado hace siete años—, que hace unas semanas fue sentenciado a 47 años de prisión.
Otros personajes recluidos en el Cereso No.1 se encuentran el asesino confeso de Luis Donaldo Colosio, Mario Aburto; el empresario chino, Zhenli Ye Gon; José Ángel Casarrubias Salgado, “El Mochomo”, vinculado a la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
