Reuters.- El presidente Vladimir Putin condujo el lunes un Mercedes por el puente de Crimea, que une el sur de Rusia con la península anexionada, a casi dos meses del bombardeo en la zona y que destrozó uno de los proyectos de infraestructura más destacados del jefe del Kremlin.
El puente de 19 kilómetros de carretera y ferrocarril, que fue inaugurado personalmente por Putin en 2018, fue bombardeado el 8 de octubre en un ataque que, según Rusia, por parte de Ucrania.
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Putin, acompañado por el viceprimer ministro Marat Khusnullin, apareció en la televisión estatal al volante de un Mercedes, haciendo preguntas sobre el lugar donde ocurrió el ataque.
“El lado izquierdo del puente, según tengo entendido, está en condiciones de funcionar, sin embargo hay que completarlo. Todavía tiene un poco de daño, tenemos que llevarlo a un estado ideal”, dijo Putin.
Putin también recorrió partes del puente, el más grande de Europa, para inspeccionar las secciones que aún están visiblemente calcinadas.
Ucrania nunca reivindicó la autoría del bombardeo del puente en la mañana del 8 de octubre, un día después del septuagésimo cumpleaños de Putin. El Servicio Federal de Seguridad de Rusia dijo que el ataque fue organizado por la inteligencia militar ucraniana.
La explosión destruyó una sección del puente de carretera, deteniendo temporalmente el tráfico a través del estrecho de Kerch. La explosión también destruyó varios camiones cisterna de combustible en un tren que se dirigía a la península anexionada de Crimea desde el vecino sur de Rusia.
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En 2014, Rusia se anexionó Crimea, que fue transferida de la Rusia soviética a la Ucrania soviética en 1954 por el entonces líder Nikita Jruschov y reconocida por Rusia en 1994 tras el colapso de la Unión Soviética.
Ucrania ha prometido recuperar Crimea, que depende del puente para abastecerse. La empresa del aliado de Putin, Arkady Rotenberg, construyó la enorme estructura, que es el puente más largo de Europa.
Putin ha alabado durante mucho tiempo el proyecto, presumiendo en un momento dado de que los zares rusos y los líderes soviéticos habían soñado con construirlo pero nunca lo hicieron.
