En lo que va de la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el crecimiento del PIB per cápita ha tenido un crecimiento negativo de 5% y sigue siendo de los más bajos del mundo.
En el tercer trimestre del 2022, el Producto Interno Bruto de México por habitante aumentó 2.5% en términos reales por arriba de lo registrado en el mismo trimestre del 2021, y con ello hiló su segunda alza consecutiva luego del desplome en 2020.
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En ese año, prácticamente todas las economías del orbe resintieron los efectos del bloqueo de la actividad económica tendiente a limitar los efectos perniciosos de la pandemia por la Covid-19.
De acuerdo con las cifras recién publicadas por el Inegi, durante el tercer trimestre de 2022 la economía mexicana generó una riqueza de 18.5 billones de pesos, que respecto al número de habitantes en el país a la misma fecha, le correspondería a cada uno en promedio 11 mil 808 pesos, 2.5% en términos reales por arriba de lo registrado un año antes
Fue también la segunda alza consecutiva luego del desplome de 9.2% en el mismo trimestre del 2020, también considerada como la mayor caída en la historia económica del país.
En términos de dólares y a partir de la estimación del PIB a precios corrientes, al tercer trimestre del 2022 le correspondió en promedio a cada mexicano 219 mil 009 pesos, unos 10 mil 664 dólares, 6.9% más que en el mismo trimestre de un año antes.
Ello, debido a que al aumento nominal en el valor de la economía mexicana contribuyó a la estabilidad en el tipo de cambio al convertir las cifras a dólares.
El PIB por habitante, como su nombre lo indica, tiene que ver con el comportamiento del agregado económico más importante de la economía y que, al ajustarlo a la inflación, muestra el efecto de la derrama que en teoría recibió o perdió en promedio cada persona. Desde esta óptica, entre más grande sea la riqueza que se genera en un año o en un lapso específico, más le corresponderá a cada habitante y viceversa.
Entre los cinco más recientes sexenios presidenciales, fue en el mandato de Ernesto Zedillo cuando la economía mexicana de punta a punta creció 21.5% en términos reales, lo que significó un aumento del PIB per cápita del 10.9%, el mayor incremento sexenal en el lapso de estudio.
Vale recordar que la medición se realiza considerando valor del PIB real al término del mandato de Carlos Salinas de Gortari, respecto al nivel con que concluye ese valor del PIB al final del siguiente gobierno.
Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, la economía mexicana acumuló un crecimiento de 15.4%, lo que significó el segundo mayor aumento del PIB por habitante, que fue de 7.4%. El actual gobierno tiene el crecimiento económico más bajo, con una caída de 1.3% y una reducción del PIB por habitante de 5%.
En este caso hay que tomar en cuenta que sólo se consideran los primeros cuatro años de gobierno, en el que la base de comparación, el año de 2018, es en términos de pesos constantes, el más alto que se ha registrado en todos los años de comparación, independiente de que fue profundamente afectado por el paro total de la pandemia, lo que significó también la contracción económica más grande registrada en más de ochenta años.
De acuerdo con los pronósticos de crecimiento económico del Banco de México, dado a conocer en su informe trimestral sobre inflación, la economía mexicana podría crecer para el 2022, 2023 y 2024 a tasas positivas, que serían de 3.0%, 1.8% y 2.1%, lo que arrojaría un crecimiento económico de punta a punta de 2.6%, que si bien lo coloca con una variación positiva, sería insuficiente para mejorar las cifras de sus predecesores en este indicador.
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Aunque la riqueza por habitante a la fecha ha crecido por dos años consecutivos, en el comparativo internacional el ingreso de los mexicanos se encuentra muy por debajo incluso de países de similar desarrollo como Chile o Uruguay, en los que el ingreso promedio por habitante es 54.3% superior al de México, y ya ni qué decir al compararlo con las economías desarrolladas.
La riqueza por habitante en Estados Unidos es casi siete veces la de México. Respecto a Alemania y Canadá, lo que reciben en promedio los habitantes de esos países es 5.2 y 4.9 veces superior a los mexicanos. En general, se aprecia que las percepciones más bajas son características de las economías menos desarrolladas, también conocidas como emergentes.
