La protesta de Sofía, Marisol, Karen: decenas de mujeres en la CDMX exigieron una vida libre de violencia

Por Ana Lucía Hernández y Montserrat Peralta

De nueva cuenta, las mujeres. Otra vez la protesta contra la violencia feminicida y la impunidad. Una vez más, el retumbar de la exigencia que el gobierno federal parece ignorar: “¡Vivas nos queremos!”.

A las calles de la Ciudad de México salieron las de siempre, las que no se cansan de levantar la voz… también llegaron las que por primera vez cargaron una fotografía de su hermana, tía, sobrina, prima o amiga.

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“Mi nombre es Karen Contreras, soy hermana de Zuleyma Contreras, asesinada el 15 de abril por su pareja, hasta el momento no hay idea de dónde pueda estar y fue ayudado por su familia para que pudiera escapar. Hay una orden de aprehensión e incluso ficha de recompensa”, relató mientras esperaba el inicio de la movilización.

“La reportamos como desaparecida el 16 de abril, tuvimos 28 días de búsqueda y por fin unas personas que iban caminando en Ucareo, municipio de Zinapécuaro, en Michoacán, encontraron el cuerpo de mi hermana”. Del responsable no hay una sola pista… y la autoridad, dice, no muestra interés en encontrarlo.

Este 25N decenas de personas participaron en la movilización por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la Ciudad de México.

Marisol llegó puntual. Recorrió Paseo de la Reforma empujando una carriola con su hija de apenas dos años: “Desde pequeño y pequeña debemos enseñar a nuestros hijos la importancia de hacer valer nuestros derechos, aunque ella es aún muy pequeña, es necesario que sepa que tiene derecho a vivir y tiene derecho a protestar y a decir no cuando ella no quiera”.

“Es necesario salir a las calles a luchar para que no nos haga falta ni una más, que no nos sigan asesinando y que el discurso del gobierno no siga siendo que aparecieron muertas”, agregó.

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“Vine a marchar porque soy mujer y soy forense”, dijo Ana Luisa de la colectiva La Wiccan forense. Para ella la violencia no es normal ni contra las mujeres, las infancias ni la comunidad LGBTQ+: “La violencia, la lucha y el miedo es constante en este país”.

En la Avenida Juárez, esquina con Paseo de la Reforma, se encontraron dos contingentes: el que salió del Monumento a la Revolución y el que se reunió en la Glorieta de las Mujeres que Luchan. Ahí, decenas de mujeres policía ya las esperaban… No hubo un sólo espacio vacío en las filas y filas de policías que caminaron con escudos y extintores junto a las manifestantes.

El destino final de la movilización fue la plancha del Zócalo. Mientras desde el templete se escuchaba: “Denunciamos que en México la violencia feminicida ha sido creciente, diariamente 12 mujeres son asesinadas. La impunidad, permitida por el estado, es la causa de esta violencia machista”, víctimas de violencia vicaria mostraban fotografías de sus hijos.

Una de ellas es Sofía Aguirre, quien cuenta que desde hace dos meses no sabe nada de su hija: “Tengo una hija de tres años, mi exesposo me agredía, me amenazaba con quitarme a mi hija y finalmente me sacó del domicilio, cambió la chapa y su familia me amenazó de muerte”.

Cerca de Sofía, una joven levantaba un cartón que decía: “Marcho por mi yo de cuatro años”. No resulta difícil entender la razón: “Vengo desde Matamoros, Tamaulipas, a seguir exigiendo justicia por mi yo de cuatro años que fue abusada hasta su adolescencia por Oziel Patiño Herrera. No puedo visitar a mi familia porque esa persona sigue dentro de esa casa, es tan fuerte el horror que siento sólo de pensar en volverlo a ver”, explicó.

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Mujeres encapuchadas, del llamado bloque negro, también participaron en la movilización del 25N. Hicieron pintas en la puerta del edificio del Gobierno de la Ciudad de México y lanzaron bombas molotov fuera de la Catedral. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad local, el saldo fue de 18 personas lesionadas.

“Los muros, los monumentos, los cristales, todo se repone, pero la vida de las mujeres, no. Si no levantamos la voz y exigimos justicia, cómo garantizamos que las próximas no seremos nosotras. Esto que hacemos es por nuestras abuelas, por nuestras madres, por nuestras hermanas y también por nuestras hijas, para que ellas nunca vivan con miedo”, concluyó una de las manifestantes.

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