Piqué tiene un nostálgico adiós del Camp Nou y cierra un capítulo histórico con el Barcelona

Piqué adiós Camp Nou
Piqué, en su último juego con el Barça (Foto: EFE).
Piqué jugó 83 minutos ante Almería y cerró el último capítulo de su brillante carrera con el Barcelona, con un adiós digno en el Camp Nou.

Gerard Piqué dijo adiós al Camp Nou, jugó como titular su último partido con la playera del Barcelona ante su gente y cerró un capítulo histórico en el club al que acompañó en una de sus etapas más brillantes.

Todas las miradas apuntaban a Gerard Piqué, el guerrero incansable que por fin se cansó y avisó que este sábado se despediría de la que fue su casa desde que comenzó a soñar con ser futbolista profesional.

Acompañado por sus hijos, Sasha y Milan, Piqué llegó al Camp Nou decidido a despedirse con un triunfo.

Al salir a calentar, Piqué recibió el aplauso general del Camp Nou, mientras sus compañeros saltaron al terreno de juego usando playeras con su nombre en la espalda y con el lema ‘Sempr3’ (Siempre) en la parte frontal, en referencia al número del dorsal del central. 

La fiesta estaba servida. Piqué saltó como titular, algo inusual en este año, lo que era el primer homenaje del Barcelona a su capitán de tantos años. 

SORPRESA

Pero ya en la cancha pocos contaban con el Almería como invitado incómodo a la fiesta de Piqué. El equipo visitante sufrió el asedio del Barcelona todo el primer tiempo, pero de manera increíble el juego se fue sin goles al descanso.

Lewandowski falló la primera gran oportunidad, cuando se marcó un penalti en el minuto 7 que el polaco echo por un lado de la portería. No importaba, aparentemente. La fiesta tenía que seguir.

Pero jugada tras jugada, el Barcelona no lograba marcar pese a la claridad de las opciones. Dembélé y Ferran Torres se unieron a Lewandowski en los lamentos. Incluso Piqué buscaba un gol que le permitiera hacer más memorable su adiós del Barcelona, pero su remate en tiro de esquina salió elevado.

FIESTA

El arranque del segundo tiempo regaló el primer gol, obra de Dembélé, y el inicio tardío de la fiesta de Piqué, con el 1-0 en el minuto 48.

De Jong siguió el festejo, con el 2-0 tras un rebote a tiro de Ansu Fati. El Camp Nou sentía un ambiente de fiesta, pero era inevitable sentir la nostalgia de que llegarían los últimos minutos y el adiós definitivo de Piqué.

Y llegó el minbuto 83. Las lágrimas eran incontrolables, necias como la disposición de este guerrero que saludó a todos sus compañeros y volvió a la banca, esa que lo obligó a despedirse tras entregar su vida a un club que no deberá olvidar su legado.

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