Por Julio Astorga
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó diversas irregularidades en la construcción de los trenes Interurbano CDMX-Toluca y Ligero de Guadalajara, obras desarrolladas por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), en las que se realizaron pagos en exceso por más de 573 millones de pesos en conjunto.
La información se desprende del segundo ejercicio de fiscalización de la Cuenta Pública 2021 de la ASF entregado a diputados el viernes pasado.
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El Tren Interurbano de la Ciudad de México, que comenzó su desarrollo en 2014, Comunicaciones y Transportes adjudicó la construcción de la estación Vasco de Quiroga a una empresa que inicialmente había presentado un cálculo de costo por financiamiento con deficiencias, lo que motivó la cancelación de la licitación a mediados de 2021.
El auditor señala que dicha estación fue añadida por esta administración entre las paradas de Santa Fe y Observatorio, para dar movilidad a los estudiantes de la Universidad de la Salud que se planea construir en la cuarta sección del bosque de Chapultepec.
Existe una inadecuada planeación de esta instalación, pues no se cuenta con la liberación total de los derechos de vía ni se tomaron en cuenta las cimentaciones, las líneas de energía ni la presencia de árboles, de los cuales no se cuenta con la autorización para su derribo, destaca la ASF.
El documento alerta sobre el tramo de Zinacantepec en el que existe una separación de cinco centímetros entre el diafragma y el cabezal en 63 apoyos, lo que ha generado un desprendimiento de concreto y ha dejado acero expuesto.
Mientras que en la construcción del túnel portal poniente a oriente se autorizaron pagos en exceso por ajustes de costos, así como por diferencias entre las cantidades de maquinaria y equipo, y la mano de obra contratada, por un total de 145 millones 479 mil pesos.
Anomalías en Guadalajara
Según las cifras reportadas a la ASF en la cuenta pública de 2021, el proyecto denominado “Ampliación del sistema del tren eléctrico urbano en la zona metropolitana de Guadalajara” tiene una inversión federal de mil 209 millones de pesos.
Entre las irregularidades, se detectaron pagos en exceso en al menos cuatro contratos identificados como DGTFM-14-14, DGTFM-25-14, DGTFM-55-14 y DGTFM-19-16.
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Dichas anomalías se dieron principalmente por fallas en el cálculo del financiamiento, por lo que quedaron pendientes por aclarar cerca de 420 millones de pesos.
Asimismo, para el contrato DGDFM-03-17 se autorizaron pagos por más de 8 millones de pesos para la supervisión de la ejecución de las obras “no obstante que los trabajos de obra ya se habían concluido”, y para la verificación de atención de deficiencias en la obra, en el cual no se pudo acreditar la ejecución de dicho servicio.
