En un mes exactamente arrancará el Mundial de Qatar 2022 con el partido entre la selección anfitriona y Ecuador. Se trata de una justa atípica por la fecha en la que se realiza (fin de año), la sede (primera vez que la alberga un país árabe) y que los ocho estadios mundialistas están muy cercanos unos de los otros, ya sea en Doha o en sus alrededores, a máximo una hora de distancia.
En cuanto a la Selección Mexicana, hará su debut el 22 de noviembre ante Polonia en un partido al que se le ha colgado la etiqueta de “decisivo”, pues se advierte que en caso de un resultado adverso, el conjunto azteca prácticamente firmaría su eliminación adelantada de la Copa del Mundo.
Esto, considerando que el segundo desafío del Tricolor (26 de noviembre) es ante Argentina, la favorita del Grupo C y considerada como una de las selecciones que peleará por levantar el trofeo de campeón con un Lionel Messi que disputará su quinta, y seguramente, última Copa del Mundo.
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Los dirigidos por Gerardo Martino cerrarán la Fase de Grupos ante Arabia Saudita el 30 de noviembre, en un cotejo que en el papel es el más “accesible”; sin embargo, tendrá carácter de determinante solo si el Tri llega con posibilidades matemáticas de avanzar a los Octavos de Final.
El conjunto azteca suma siete Mundiales consecutivos superando la primera ronda, al tiempo que su techo ha sido el cuarto partido, es decir los Octavos de Final, por ello una vez más se llega con las expectativas e ilusión de que finalmente se acceda a estar entre las mejores ocho selecciones del mundo.
Lo cierto es que de acuerdo con el desempeño del equipo en los dos últimos años de la gestión del ‘Tata’, el cual ha siso criticado por una eliminatoria poco brillante, perder dos finales ante Estados Unidos, y quedar exhibido ante selecciones de mayor nivel que las de Concacaf (Argentina, Uruguay y Colombia, por ejemplo), hay cierto o mucho pesimismo alrededor del Tricolor.
Eso en cuanto al tema deportivo, porque en lo que compete a la afición, de acuerdo con Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, se espera que asistan 100 mil mexicanos a Qatar, lo que representaría más del doble (45 mil fueron a Rusia en 2018) con relación al pasado Mundial.
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“Esa comunidad que llena estadios merecería un equipo mejor”, declaró recientemente el escritor mexicano Juan Villoro, quien es un fiel creyente de que la afición mexicana suele hacer mayores esfuerzos que los que realizan los futbolistas en la cancha.
“Los que han comprado boletos hipotecaron sus casas, vendieron coches, rifaron a sus mascotas… Cosas enloquecidas para poder ir a Qatar. Es un público entregado que llega con disfraces maravillosos, incienso y copal, plumas, que en la aduana les dicen que no pueden importar chiles serranos y responden que es su ropa hecha de chiles, matracas de a montón, sombreros de ala extra ancha que tapan la vista a tres filas superiores. Esa afición entregadísima, con una selección que rara vez ha cumplido” añadió en la pasada Feria Internacional del Libro.
Así las cosas, el 20 de noviembre arranca la fiesta que esta vez esperó cuatro años y medio para volver a celebrarse, y una vez más, como suele suceder, México llega envuelto en pesimismo, con pocas expectativas, pero con la fe intacta de su afición y la promesa de que más allá del papel del equipo, dejará huella en la novedosa sede mundialista.
