AP.- La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) presentó esta semana una nueva denuncia contra México en la Corte Penal Internacional de La Haya por las desapariciones forzadas ocurridas en Veracruz, entre los años 2010 y 2016.
Organizaciones que forman parte de la FIDH explicaron este miércoles en conferencia de prensa que la documentación de casos y el análisis de contexto que se hizo en Veracruz contienen “evidencias” para acreditar crímenes de lesa humanidad porque según indican las desapariciones forzadas tuvieron un patrón generalizado y sistemático.
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El colectivo Solecito que integra a esta Federación detalló que el documento Hasta encontrarlos, que fue entregado a la Corte Penal Internacional (CPI), documenta casos de desapariciones durante el gobierno de Javier Durante de Ochoa, quien estuvo al frente de Veracruz de diciembre de 2010 a octubre de 2016.
“En Veracruz la complicidad entre las autoridades y la delincuencia organizada, además de la absoluta impunidad que reina en México, causaron que miles de vidas principalmente jóvenes se perdieran, convirtiendo al estado en un cementerio clandestino, donde nadie rinde cuenta de tantas muertes”, dijo la coordinadora del colectivo Solecito, Lucy Díaz.
La Federación ya había interpuesto, al menos, dos demandas en La Haya por hechos similares ocurridos en Coahuila y Nayarit que la Corte todavía no ha atendido pero que podrían reforzarse con esta nueva denuncia, ya que en todos los casos se documentaron contextos de criminalidad similares, dijo Juan Carlos Gutiérrez, director de IDHEAS, una de las organizaciones que integran la Federación.
El objetivo, dijeron los activistas, es que se abra un examen preliminar a México por esos crímenes o se lance algún tipo de comunicación al Estado para establecer compromisos de lucha contra la impunidad.
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El informe que se presentó como prueba a la Corte documenta 22 casos de desapariciones forzadas como ejemplo de un fenómeno que va más allá, según la FIDH, porque algunas de esas víctimas fueron encontrados entre los más de 600 cadáveres en dos de las fosas clandestinas más grandes ubicadas en México.
“Es una prueba más de la existencia de crímenes de lesa humanidad en México, cometidos por el crimen organizado, las autoridades estatales o ambos actuando conjuntamente”, indicó Jimena Reyes, directora de las Américas de la FIDH.
Los activistas denunciaron además que las desapariciones sigan ocurriendo no solo en Veracruz sino en todo un país donde ya suman más de 100 mil las personas desaparecidas y donde hay 52 mil restos no identificados en morgues y fosas comunes, según datos oficiales.
