AP.- Rusia ha invertido de manera encubierta más de 300 millones de dólares desde 2014 para tratar de influir en políticos y otros funcionarios de más de una veintena de países, según un cable del Departamento de Estado de Estados Unidos.
La dependencia cita una nueva evaluación de los servicios de inteligencia sobre las iniciativas encubiertas de Rusia a nivel mundial para brindar apoyo a las políticas y a los partidos afines a Moscú.
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Muchos de los principales asesores del presidente Joe Biden en seguridad nacional tienen extensa experiencia en temas rusos y estaban en el gobierno cuando el presidente ruso Vladimir Putin lanzó campañas para tratar de influir en las elecciones presidenciales de 2016 y 2020 en Estados Unidos.
Una fuente oficial se negó a divulgar cuánto dinero se cree que Rusia ha gastado en Ucrania, donde el presidente Volodímir Zelenski y sus principales colaboradores han acusado durante mucho tiempo a Putin de entrometerse en la política nacional.
El funcionario señaló las acusaciones de injerencia rusa en las recientes elecciones de Albania, Bosnia y Montenegro, todos ellos países de Europa del Este que históricamente han enfrentado presión de Moscú.
A diferencia de los intentos declarados de los gobiernos extranjeros de cabildear a favor de iniciativas de su predilección, la injerencia encubierta de Rusia implicaba el uso de organizaciones ficticias para canalizar dinero hacia las causas o los políticos de su preferencia, según se afirma en el cable. Esto incluye grupos de expertos en Europa y empresas estatales en Centroamérica, Asia, Oriente Medio y norte de África.
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El vocero del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que la financiación encubierta de Rusia es un “ataque a la soberanía”.
“Es un intento de mermar la capacidad que tienen los pueblos de todo el mundo de elegir los gobiernos que consideran más adecuados para representarlos, para representar sus intereses y sus valores”, afirmó.
La embajada rusa en Washington no respondió de momento a una solicitud de comentarios.
