Por Tania Rosas
A seis días de conocerse el hackeo que realizó el grupo “Guacamaya” a los servidores del Ejército, la Guardia Nacional envió a un “equipo integral” a revisar computadoras, medios de comunicación e instalaciones a su cargo y pasará revista a sus medidas de contrainteligencia preventiva ya su personal ante ataques cibernéticos.
De acuerdo con el oficio enviado el 5 de octubre pasado a diversas subjefaturas, del cual Latinus tiene copia, no sólo se advierte de la inspección, sino que se ordena que la documentación clasificada se encuentre en un área debidamente resguardada y controlada.
“Los mensajes rutinarios confidenciales deberán ser transmitidos por mensaje C.E.I. y los mensajes secretos y muy secretos deberán ser transmitidos por el buzón S.E.A.A.”, detalla el documento al referirse a medios militares con los que intercambia información.
El documento, con el asunto “Revista de las medidas pasivas y activas de contrainteligencia”, precisa que el grupo integral revisará que los equipos de cómputo no cuenten con carpetas compartidas ni programas instalados no autorizados, los registros de almacenamiento, el historial de navegación de internet, la actualización de contraseñas y que se registren las computadoras personales, entre otras medidas.
Además, se impartirán pláticas de concientización al personal “respecto a los riesgos y consecuencias del acceso a la red internet abierta sin las medidas de seguridad adecuadas”.
La Comandancia de la Guardia Nacional ordenó que el diagnóstico de los sistemas de ciberseguridad deberá ser actualizado cada semana.
Latinus reveló el 29 de septiembre pasado que un grupo internacional de hackers llamado “Guacamaya” extrajo seis terabytes de información de la Secretaría de la Defensa Nacional que contienen operativos, informes de inteligencia y contrainteligencia, nombres de militares en activo, así como mensajes urgentes, confidenciales y secretos enviados al titular de la dependencia, general Luis Cresencio Sandoval, entre otra información.
