Mario Delgado y Citlalli Hernández continuarán en los cargos de presidente nacional y secretaria general —respectivamente— de Morena hasta el 31 de octubre de 2024, pasados los comicios presidenciales, y no en 2023 como lo determinaba el periodo para el cual fueron designados.
En el Consejo Nacional de Morena llevado a cabo este sábado en la Sala de Armas ubicada en la Unidad Deportiva Magdalena Mixuca en la Ciudad de México, fue aprobada por mayoría de votos la modificación a los estatutos del partido que incluye la prórroga de la vigencia de los cargos de Delgado y Hernández.
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Asimismo, fue elegido por unanimidad como presidente del Consejo Nacional el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo.
Mediante una tarjeta informativa, Morena detalló que la propuesta de modificación a los estatutos fue aprobada por mil 807 a favor, 520 en contra y 38 abstenciones.
Delgado explicó ante medios que la extensión de su presidencia hasta 2024 a raíz de una propuesta que buscaba evitar conflictos debido a que en 2023 debía renovarse la dirigencia del partido, así como llevar a cabo el proceso de designación del candidato del partido para la elección presidencial.
“La propuesta de que se prolongue la vigencia de la presidencia y la secretaría general hasta el 2024 (…) porque no podíamos meter ese ruido, de que nos fuéramos a un proceso de elección del presidente del partido, en medio de selección de candidato y candidata”, dijo Delgado.
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El líder de Morena añadió que los estatutos tienen una propuesta con la cual se pretende que cualquier persona que busque afiliarse al partido, o aspirar a candidato, tendrá que pasar por un proceso de formación política acreditada por el Instituto Nacional de Formación Política.
Con la extensión de su mandato como presidente nacional del partido, aseguró que su tarea será “conducir el proceso y ganar para nuestro movimiento el futuro con el triunfo en el 2024”, año en el que se celebrarán las próxima elecciones para la presidencia de México.
Además, reconoció que el futuro de Morena estará en manos de la militancia una vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador finalice su mandato, lo que consideró como “un gran desafío”.
