Denise Dresser aborda la controversia que se ha desatado en torno al anunciado decretazo del presidente Andrés Manuel López Obrador, con el que la Guardia Nacional quedará adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional. Expone una serie de consideraciones que explican los motivos por los cuales el mandatario ha creado una alianza con las Fuerzas Armadas. Y argumenta que ese pacto va más allá de la necesidad de combatir la inseguridad pública y la corrupción policial que vive México.
La politóloga marca los contrastes entre el líder social de antaño y el autócrata en el que se ha convertido el presidente, y desentraña los mitos con los que pretende justificar la militarización ilegal. Es falso que militarizar sea la única opción, que no hay riesgo de complicidad entre la Guardia Nacional y el crimen organizado o que, simplemente por provenir de él, la propuesta sería buena para el país. La militarización no deja de ocurrir sólo porque el presidente afirme lo contrario.
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