AP.- En una sorpresiva victoria de los republicanos, el Senado votó el jueves a favor de revocar una ley del gobierno de Joe Biden que exige una revisión ambiental rigurosa de los principales proyectos de infraestructura, como carreteras, oleoductos y pozos de petróleo. El resultado se dio con la ayuda del senador demócrata Joe Manchin de Virginia del Oeste.
Joe Manchin, un personaje clave en temas de energía y clima y un voto decisivo en el Senado muy dividido, se unió a los republicanos para apoyar la medida, que fue aprobada 50-47. La votación se produce cuando Joe Manchin ha propuesto una lista separada de medidas legislativas para acelerar los permisos federales para grandes proyectos a cambio de su apoyo a un proyecto de ley demócrata para abordar el cambio climático.
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Los republicanos votaron de forma unánime para anular la regla de permisos de Biden, mientras que Joe Manchin fue el único demócrata que apoyo la anulación de la ley.
Tres senadores estuvieron ausentes: el republicano John Cornyn de Texas y los demócratas Patrick Leahy de Vermont y Jeff Merkley de Oregon. La votación envía la medida a la Cámara de Representantes controlada por los demócratas, donde es poco probable que avance.
Aun así, la votación señaló un fuerte apoyo del Senado a la acción para reformar el proceso de permisos federales, a menudo oneroso, que puede llevar de ocho a 10 años para carreteras y otros proyectos importantes. La simplificación de la revisión federal es una de las principales prioridades de Joe Manchin y del Partido Republicano, que no es compartida por la mayoría de los demócratas.
La regla de Biden, que anula una acción de la administración Trump que relajó las revisiones ambientales, requiere que los reguladores consideren los impactos probables en el cambio climático y las comunidades cercanas antes de aprobar proyectos importantes. El nuevo requisito “se sumará a la burocracia” que impide que los grandes proyectos de infraestructura se aprueben de manera oportuna, dijo Sullivan.
Si bien el presidente Joe Biden calificó la infraestructura como una prioridad, y presionó para que se aprobara una ley de infraestructura bipartidista de un billón de dólares el año pasado, la nueva regla de la NEPA en realidad “hace que sea más difícil construir proyectos de infraestructura” en Estados Unidos, dijo Sullivan.
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“En mi opinión, las únicas personas a las que realmente les gusta este nuevo sistema son los grupos ecologistas radicales de extrema izquierda que no quieren construir nada… y probablemente el Partido Comunista Chino”, dijo en el pleno del Senado. A China y otros competidores probablemente les “encante el hecho de que se necesitan entre 9 y 10 años para permitir un puente en Estados Unidos”, dijo Sullivan.
La Casa Blanca amenazó con un veto si la medida llega al escritorio del presidente Joe Biden.
“Esta acción retrasaría la construcción de infraestructura estadounidense, llevaría al desperdicio de recursos de los contribuyentes en proyectos mal diseñados y daría lugar a litigios y conflictos innecesarios y costosos que retrasarán la obtención de permisos”, dijo la Casa Blanca en un comunicado el jueves.
Los proyectos aprobados por la administración Trump con frecuencia fueron retrasadoso derrotados por largas batallas judiciales de grupos que cuestionaron las revisiones ambientales como inadecuadas.
Madeleine Foote, subdirectora legislativa de la Liga de Votantes por la Conservación, desestimó la votación del Senado y dijo que “nada más era un truco liderado por los republicanos para apaciguar a sus aliados de la industria de los combustibles fósiles”.
Hizo un llamado al Congreso para que apruebe el proyecto de ley climático Manchin-Schumer lo antes posible. Schumer dijo que es probable que se vote sobre el proyecto de ley este fin de semana.
