AP.- El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, informó este sábado que hay al menos 25 personas muertas —incluidos cuatro niños— por las inundaciones en la zona de los Apalaches, luego de fuertes aguaceros. Agregó que el número casi seguramente subirá y que pudiera tomar semanas para encontrar a todas las víctimas.
“Es un desastre natural activo”, dijo Beshear a Fox News. “Seguimos en búsqueda y rescate. Afortunadamente, la lluvia ha cesado, pero va a llover más a partir del domingo por la tarde”. agregó.
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Los equipos de rescate seguían pasando trabajos para llegar a zonas duramente azotadas, que son algunos de los lugares más pobres en Estados Unidos. Los socorristas han realizado más de mil 200 rescates desde helicópteros y botes, precisó el gobernador.
Beshear, que voló sobre partes de la región afectada el viernes, describió la situación como “una devastación total, del tipo que no hemos visto antes”.
“Estamos comprometidos con un esfuerzo pleno de reconstrucción para que las personas se recuperen”, apuntó Beshear y dijo que “por ahora, solamente oramos para no perder a nadie más”.
La lluvia cesó el viernes por la mañana, luego de que partes de Kentucky registraron entre 20 y 27 centímetros de precipitaciones a lo largo de 48 horas, pero se esperaba que algunos ríos y riachuelos alcancen su nivel más elevado hasta el sábado.
El gobernador informó que por ahora hay más de 23 mil ciudadanos sin electricidad como consecuencia por los aguaceros y que, en algunas zonas afectadas, también se suspendió el suministro agua.
Los científicos advierten que el calentamiento global está haciendo más comunes los desastres meteorológicos.
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Los aguaceros de esta semana crearon torrentes en laderas y hacia valles en los que desbordaron arroyos y otras corrientes que pasan junto a pueblos pequeños. Las crecidas cubrieron casas y negocios y destruyeron vehículos. Varios aludes dejaron varadas a algunas personas en cuestas empinadas.
El presidente Joe Biden declaró desastre federal a fin de dirigir fondos a más de una decena de condados en Kentucky. Las inundaciones se extendieron al oeste de Virginia y el sur de Virginia Occidental.
El gobernador de Virginia Occidental, Jim Justice, declaró estado de emergencia en seis condados en los que las aguas derribaron árboles, causaron apagones y bloquearon caminos.
En Virginia, el gobernador Glenn Youngkin también hizo una declaración de emergencia, lo que les permitió a los funcionarios movilizar recursos en el suroeste del estado.
