Hoy, los muertos en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador siguen en aumento y ya superaron las cifras de todo el sexenio de Felipe Calderón, pero el actual mandatario prefiere mantener una estrategia que está cobrando vidas a reconocer ante sus adversarios que está equivocado.
Su estrategia de seguridad claramente no funciona y los balazos han alcanzado a casi todos los sectores de la población: periodistas, activistas, feministas, ambientalistas, científicos y sacerdotes. Los abrazos sólo les llegan a los delincuentes.
Además, la inauguración de obras que no están terminadas ya es una costumbre en el gobierno de López Obrador. En septiembre del año pasado, el presidente convirtió la supervisión de un hospital en Sonora en una “apertura”, pero hasta hoy, sigue sin médicos ni pacientes.
Y en entrevista en el estudio, Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados, habla de su apoyo a Adán Augusto López, secretario de Gobernación, a quien ve como la mejor opción para suceder al presidente en el 2024.
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