La boxeadora mexicana Alma Ibarra recibía un fuerte castigo de su rival, lo que la llevó a pedir clemencia para que detuvieron su pelea contra Jessica McCaskill en el Tech Port Arena de San Antonio, Texas, en una dramática escena que se volvió viral por la angustia de sus palabras: “¡Quiero llegar viva a mi casa!”.
Durante el tercer round del combate por los títulos wélter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), la Federación Internacional de Boxeo (FIB), la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y Organización Internacional de Boxeo (OIB), McCaskil logró conectar un gancho de izquierda que le quitó la voluntad de pelear a Alma.
En el descanso de ese tercer round, Ibarra pidió parar la pelea a su entrenador, Jorge Capetillo: “Yo sólo quiero llegar viva a mi casa con mi hijo”, se escuchó de decir a la boxeadora mexicana en Monterrey, Nuevo León, a su entrenador, quien se solidarizó con Ibarra y le contestó: “Si no quieres salir, no salgas”.
Al terminarse el descanso, el entrenador le comunicó al réferi que Ibarra no pelearía más, y terminó de inmediato la pelea.
La boxeadora estadounidense que es campeona mundial desde 2018 dejó su récord en 12 victorias y dos derrotas, con cinco victorias por KO, mientras que la marca de Alma Ibarra quedó en 10 victorias y dos derrotas.
ANUNCIA SU RETIRO
Tras esa traumática pelea celebrada el sábado pasado, Alma Ibarra decidió que será la última de su carrera, al anunciar su retiro del boxeo profesional.
“Es fácil criticar sin saber el trasfondo de las cosas. Desde hace seis meses entré en una depresión y me era muy difícil inclusive levantarme de la cama a entrenar y había decidido retirarme. Me dejé convencer de que no era lo correcto sin buscar ayuda”, confesó Ibarra.
En medio del conflicto surgió la oportunidad de pelear nuevamente y notó la esperanza de lograr todo por lo que había trabajado durante más de 10 años.
También puedes leer…
Golovkin protagoniza intenso careo con ‘Canelo’ Álvarez: “Será la mejor pelea en la historia del boxeo”
“Acepté la pelea y fue tal vez uno de los errores más grandes que cometí, ya que fueron semanas muy complicadas. Tuvimos un cierre de campamento increíble el cual nos ilusionaba. Físicamente nunca había estado mejor, pero algo en el fondo de mí seguía sin estar bien. Lo ignoré y en el momento crucial mi mente colapsó”, agregó Alma Ibarra.
Acerca de su desesperada petición durante la pelea, Ibarra aceptó que se tardó en hacerla.
“Yo debí haber abandonado mucho antes, cuando sentí que todo era demasiado, pero suelo complacer a todos antes que a mí, hasta el sábado por la noche”, dijo Ibarra.
Fue justamente ese momento el que la hizo comprender que había llegado la hora de colgar los guantes y bajarse de los cuadriláteros.
“Después de 15 años le digo adiós al boxeo. Un retiro que había postergado por seis meses y hoy me da paz y tranquilidad que mi vida necesita“, concluyó.
