Familiares de los normalistas de Ayotzinapa y activistas bloquearon la Autopista del Sol para exigir que se esclarezca el caso

Alina Navarrete Fernández, corresponsal

En el tercer día de la jornada de lucha para exigir el esclarecimiento del caso Ayotzinapa, familiares de los 43 normalistas desaparecidos y activistas bloquearon por más de dos horas la Autopista del Sol en Chilpancingo y retuvieron un camión de la Secretaría de Marina Armada (Semar).

La protesta se realizó en el Parador del Marqués, frente a las cruces de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, quienes fueron asesinados el 12 de diciembre del 2011 en ese lugar durante una manifestación.

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Ahí, el sacerdote y director del Centro de Derechos Humanos “Minerva Bello”, José Filiberto Velázquez Florencio, ofició una misa. También participaron Hilda Legideño Vargas, madre de Jorge Antonio Tizapa Legideño, y Mario César González Contreras, padre de César Manuel González Hernández.

Los manifestantes aseguraron de nueva cuenta que el Ejército y la Semar cuentan con información fundamental para el esclarecimiento del caso Ayotzinapa, por lo que exigieron acceso a sus instalaciones y archivos para conocer el paradero de los jóvenes.

Mario César González reclamó que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador les mintió a las familias de los normalistas y, a la fecha, el caso sigue impune.

“Yo sí estoy muy encabronado, no sabemos ni los que estamos en comisión qué verdaderamente pasó ese 26 de septiembre, no sabemos qué daño le pudieron haber hecho a nuestros hijos”, expresó Mario César González.

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Durante el bloqueo, los normalistas retuvieron un camión de la Semar al que le pintaron las leyendas “+43” y “Fue la Marina”, pues el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) comprobó que elementos de esa institución alteraron el basurero de Cocula, donde según la versión oficial fueron asesinados e incinerados los 43 normalistas.

Finalmente, los activistas se apoderaron de cinco autobuses de distintas empresas, cuyos pasajeros fueron obligados a bajar y esperar a que otra unidad los trasladara a sus destinos.

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