Melancólico y cómplice de su público, Serrat se despide de los escenarios mexicanos con “El vicio de cantar”

Joan Manuel Serrat se despide de México con dos conciertos de su última gira "El vicio de cantar"
Foto: EFE

El cantautor catalán Joan Manuel Serrat regresó en el tiempo con sus canciones en un primer concierto emotivo por más de dos horas en el Auditorio Nacional de la capital mexicana.

Vestido con un traje negro, con narraciones intermitentes, entre canción y canción, a ratos con aire melancólico, otros con humor inteligente, Serrat interpretó una selección personal de 24 de sus piezas más representativos, aunque no todas clásicas para sus seguidores.

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Después de “Dale que dale”, el cantautor agradeció la complicidad de los mexicanos durante más de medio siglo y anunció que era su actuación de despedida, después de lo cual continuó con “Mi niñez” y “El carrusel del Furo” y “Romance de Curro el Palmo”.

Las 10 mil personas asistentes aumentaron la complicidad con Serrat después de 25 minutos. Cantó “Señora”, luego disertó sobre los personajes de su obra y aseguró que, mientras él envejeció, ellos se quedaron en el tiempo; por ejemplo la suegra de la canción que acababa de cantar se quedó en los 40 años.

Con emoción contó historias sobre su relación con México, donde estuvo exiliado y fue acogido por la familia Taibo, donde se leyó a Juan Rulfo y se identificó con la gente del país.

Clásicos como “Lucía”, “No hago otra cosa que pensar en ti” y “Algo personal”, precedieron un momento íntimo, cuando Joan Manuel recordó el triste origen del poema Miguel Hernández, “Las nanas de la cebolla”, que interpretó con una sobriedad compartida por el público.

Una pancarta con la palabra “Gracias”, cartones de agradecimiento y gritos amorosos formaron parte del concierto, que cerró su primera mitad con un dúo de Serrat y el mexicano Manuel Mijares, quienes interpretaron “Hoy puede ser un gran día”.

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En uno de sus momentos de conversación con el público, lamentó cómo la humanidad acaba con los recursos naturales, presta poca atención al cambió climático y dijo sentir pena por el mundo roto que los adultos de hoy van a dejar a sus hijos y nietos.

“Mediterráneo”, “Para la libertad”, el poema de Antonio Machado “Cantares”, y “Tu nombre me sabe a hierba” fueron otras canciones de siempre interpretadas por el artista, que terminó con la mítica “Penélope”, con la que dijo adiós después de dos horas y 20 minutos de espectáculo.

Serrat volverá al auditorio este jueves, en lo que será su despedida de México, dentro de la última gira de su carrera “El vicio de cantar”.

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