Organizaciones ambientales de Brasil piden al Senado de EU aprobar norma que crearía un fondo para proteger el Amazonas

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AP.- Organizaciones medioambientales e indígenas de Brasil, junto con algunas empresas, instaron a Estados Unidos a entregar la financiación prometida para la protección de los bosques y a tratar directamente con quienes viven en la selva, la han protegido y, según afirman, “se ven directamente afectados por la creciente deforestación”.

Más de 300 organizaciones y empresas firmaron una carta publicada el lunes en la noche, antes de que el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes estadounidense discuta en una audiencia prevista para el jueves un proyecto de ley presentado en noviembre por el líder de la mayoría en el Senado, Steny Hoyer.

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La norma, conocida como Amazonía21, crearía un fondo de 9 mil millones de dólares administrado por el Departamento de Estado para financiar la conservación de los bosques y la absorción natural de dióxido de carbono en los países en desarrollo.

En la misiva, los firmantes dicen que su aprobación sería un indicio de que el presidente estadounidense, Joe Biden, cumple la promesa que hizo el año pasado en la conferencia del clima en Glasgow, Escocia, de contribuir con 9 mil millones de dólares a la lucha contra la deforestación. Hoyer presentó Amazonía21 luego de ese anuncio.

Las posibilidades de que se apruebe la norma tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes son inciertas, ya que tanto el Congreso como Biden están centrados en la ayuda militar a Ucrania y las iniciativas nacionales de la agencia climática del mandatario siguen estancadas.

Sin embargo, la carta destaca que el proyecto de ley afecta a una de las principales fuentes de emisiones de gases con efecto invernadero.

Brasil posee alrededor de un tercio de la selva de la Amazonía, el mayor bosque tropical de este tipo y un enorme sumidero de dióxido de carbono. Existe una preocupación generalizada porque su deforestación libere enormes cantidades de este gas a la atmósfera, complicando más aún las esperanzas de frenar el cambio climático.

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Y lo que es peor, podría superar el punto de inflexión en el que gran parte de la selva comience el proceso irreversible de degradación hacia una sabana tropical.

Entre los firmantes de la carta están Coalición de Brasil sobre Clima, Bosques y Agricultura, una vasta organización que abarca a una gran variedad de miembros, desde WWF Brasil al productor de carne JBS; y la Coordinadora de Organización Indígenas de la Amazonía Brasileña.

Afirman que quieren que el proyecto de ley garantice una “financiación transparente y directa” que llegue directamente a las comunidades indígenas y a otros que tradicionalmente han conservado el bosque y cuyos medios de vida se ven directamente afectados por su degradación.

El Departamento de Estado suele gestionar sus relaciones de nación a nación, pero Amazonía21 especifica que pueden alcanzarse acuerdos forestales con actores “subnacionales”.

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