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AP.- Con alegría y galones de cátsup, Jill Biden, esposa del presidente de Estados Unidos, agradeció este viernes a las tropas estadounidenses desplegadas en Rumania por servir como control contra la invasión rusa. La gira será por dos países europeos para aprender sobre la crisis de refugiados, provocada por los ataques Rusia sobre Ucrania.
La primera dama de Estados Unidos voló durante la noche y aterrizó para ayudar a servir la cena en la base aérea Mihail Kogalniceanu, de Rumania —cerca del Mar Negro, a unos 100 kilómetros de la frontera con Ucrania. La base alberga temporalmente a unos mil 600 soldados que el presidente Joe Biden desplegó en Europa del Este durante el período previo a la invasión de Rusia a Ucrania.
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En la cena, Jill Biden sirvió macarrones con queso y papas al horno, y alentó a las tropas fatigadas a comer también algunas verduras, antes de saludar a los grupos mientras comían en mesas redondas en el comedor. La vitorearon cuando reveló que venía con cátsup, que escaseaba en la base.
“Sé que es difícil para sus familias”, le dijo a un miembro del servicio, haciendo referencia a su propia experiencia cuando su hijo Beau Biden fue enviado a Irak.
En otro lugar de la base, la primera dama se unió al Sargento, Sharon Rogers, para leer el libro infantil “Night Catch” en video para su hijo, Nathan, quien vive en Texas. Biden también agradeció al niño por servir a su país.
“Cuando tu mamá sirve, la familia también sirve, así que gracias por tu servicio”, le dijo a Nathan. Ella y Rogers se abrazaron y Biden le deseó un feliz Día de la Madre.
Antes de abandonar la base y volar a Bucarest, la capital de Rumania, la primera dama posó con las tropas que representan a su estado natal a través de su servicio en la Guardia Nacional del Ejército de Delaware. Les entregó una moneda de recuerdo que diseñó, la primera vez que regalaba copias de la moneda.
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Durante semanas, la primera dama ha estado paralizada por las noticias que salen de Ucrania, por los bombardeos y las escenas de “padres llorando por los cuerpos destrozados de sus hijos en las calles”, como dijo en un discurso reciente. Ahora está utilizando su segundo viaje al extranjero en solitario para experimentar la crisis por sí misma visitando Rumania y Eslovaquia.
“Es muy importante para el presidente y para mí que el pueblo ucraniano sepa que los apoyamos”, dijo Biden a los periodistas el jueves por la noche antes de partir de Washington.
Los aliados de la OTAN, Rumania y Eslovaquia, limitan con Ucrania y han acogido a algunos de los millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, que huyeron después de que Rusia invadiera Ucrania a fines de febrero, lo que desencadenó la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
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