AP.- Desde este martes, el viento de Arizona comenzó a avivar las enormes llamas en una zona rural al norte del estado, la cuales calcinaron dos docenas de edificios y obligaron a evacuar más de 700 hogares.
El condado Coconino declaró el estado de emergencia mientras el rápido incendio forestal a las afueras de la ciudad de Flagstaff, donde se encuentra la Universidad del Norte de Arizona, alcanzaba los 23 millones de kilómetros cuadrados, indicó el jefe de policía, Jim Driscoll en una conferencia de prensa.
Las autoridades del condado indicaron que se habían evacuado 766 casas y mil animales. Más de 2 mil personas viven en la zona.
Unas doscientas viviendas seguían en riesgo mientras el humo se alzaba en una escena demasiado familiar. Los vecinos recordaron cómo habían empacado para huir hace unos doce años cuando un incendio mucho mayor afectó a la región.
La policía recibió una llamada de un hombre atrapado en su casa, indicó Driscoll, pero los bomberos no habían podido llegar hasta él. No sabían si el hombre había sobrevivido.
Las llamas alcanzaron hasta 30 metros de altura, según el Servicio Forestal de Estados Unidos. Los bomberos combatieron durante el martes 80 kilómetros por hora que impulsaban el fuego hacia la autopista, y no se esperaba que remitieran esta semana, según las autoridades.
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Unos 200 bomberos dedicaron sus esfuerzos a extinguir el incendio, que parecía desplazarse hacia el nordeste y lejos de las zonas más pobladas en Flagstaff, hacia el Monumento Nacional Cráter del Volcán Sunset, indicó el vocero del Bosque Nacional de Coconino, Brady Smith.
Se espera que un equipo nacional de gestión de incendios tome el relevo de la operación esta semana mientras el incendio continúa representando una amenaza para la región afectada.
