Por Cecilia Reynoso
Rodeado de comunidades donde los habitantes viven bajo el yugo del crimen organizado, donde el “pan de cada día” son las extorsiones, cobros de piso, secuestros, asesinatos y desapariciones, San José de Gracia es considerado un paraíso por quienes viven en esta pequeña población cabecera del municipio Marcos Castellanos, en Michoacán.
La tranquilidad es gracias a la supremacía de un grupo criminal, aseguran pobladores de San José de Gracia. Aquí, ante la ausencia del Estado, buena parte de los ciudadanos ven a los criminales como guardianes de la paz y el orden.
Y aunque en San José de Gracia ocurrió una ejecución múltiple el pasado 27 de febrero, presuntamente perpetrada por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, los pobladores consideran que fue un hecho aislado y dirigido a quienes desobedecieron las órdenes del grupo criminal.
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