Quirino Ordaz Coppel, exgobernador de Sinaloa, tomó posesión como embajador de México en España después llegar a la ciudad de Madrid.
El ahora embajador se reunió con funcionarios de las distintas áreas de la dependencia y “transmitió su firme propósito de trabajar en equipo para dar lo mejor de México y estrechar las relaciones con España“, según destacó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
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En los próximos días se espera que Quirino Ordaz presente al jefe del Estado español las cartas que lo acreditan como embajador de México en el Reino de España y ante el Principado de Andorra.
Arribó el lunes al país europeo para iniciar sus funciones, “con la encomienda del presidente López Obrador y la ratificación del Senado mexicano de profundizar y reforzar las relaciones entre ambas naciones”.
El 8 de marzo, el Senado de la República aprobó el nombramiento de Ordaz Coppel como embajador y representante permanente de México ante la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Ante el nombramiento, la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) expulsó de sus filas a Ordaz Coppel por aceptar el cargo.
En sesión del pleno y por mayoría de votos, el PRI le retiró la militancia del partido por “desempeñar un cargo en la Administración Pública Federal por parte de un gobierno emanado de un partido político antagónico y con el que no se tiene convenio de coalición”.
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La relación México-España se enfrenta a la “pausa” que planteó el presidente López Obrador a inicios de febrero, cuando declaró:
“Vamos a darnos tiempo para respetarnos y que no nos vean como tierra de conquista. O sea, sí queremos tener buenas relaciones con todos los gobiernos, con todos los pueblos del mundo, lo que no queremos es que nos roben”.
