Voluntarios en Tijuana crean red de ayuda para refugiados ucranianos que buscan llegar a EU

Refugiados ucranianos encuentran facilidades en la frontera de México para llegar a Estados Unidos
Foto: Shutterstock

Rusia-Ucrania-banner

AP.- Cientos de refugiados ucranianos que llegan a diario han emitido el mismo mensaje para sus familias y amigos en Europa: el camino más rápido para asentarse en Estados Unidos es reservar su entrada a México.

Una coalición de voluntarios, en su mayoría de iglesias eslavas del oeste de Estados Unidos, guían a diario a cientos de refugiados desde el aeropuerto de Tijuana a hoteles, iglesias y refugios, donde esperan entre dos y cuatro días para que las autoridades estadounidenses los admitan por causas humanitarias. 

Sigue leyendo: EU sanciona a hijas de Vladimir Putin y endurece restricciones a bancos rusos por la masacre de civiles en Bucha

En menos de dos semanas, los voluntarios trabajaron con funcionarios de México y Estados Unidos para armar una red notablemente eficiente y en expansión que brinda comida, seguridad, transporte y alojamiento.

Los voluntarios, que llevan insignias azules y amarillas que representan los colores de la bandera ucraniana, pero no tienen nombre ni líder, empezaron una lista de espera en cuadernos y más tarde cambiaron a una aplicación que suele utilizarse para controlar la asistencia a la iglesia. A los ucranianos se les dice que se presenten en un cruce fronterizo cuando su número de acerca, un sistema que los responsables comparan con la espera por una mesa en un restaurante.

“Nos sentimos tan afortunados, tan bendecidos”, dijo Tatiana Bondarenko, quien viajó por Moldavia, Rumania, Austria y México antes de llegar el martes a San Diego con su esposo y sus tres hijos, de 8, 12 y 15 años. Su destino final era Sacramento, California, donde vivirá con su madre, a quien no ha visto en 15 años.

Cerca de allí, otra familia ucraniana se tomaba fotografías bajo de un cartel de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), en el puerto de entrada de San Ysidro, en San Diego, el más transitado entre los dos países.

En el aeropuerto de Tijuana, los cansados viajeros que entran al país como turistas en Ciudad de México o Cancún son dirigidos a una sala improvisada en al terminal con un cartel con la frase “Sólo para refugiados ucranianos” escrita en rotulador negro. Es el único lugar para registrarse para entrar a Estados Unidos.

Entre 200 y 300 ucranianos han cruzado a diario por el paso de San Ysidro esta semana y cientos más llegaron a Tijuana, según los voluntarios que gestionan una lista de espera en la que el martes había 973 familias o adultos solos.

Los funcionarios estadounidenses les dijeron que su objetivo es admitir a alrededor de 550 ucranianos por día ya que el procesado se trasladará a un cruce próximo que está temporalmente cerrado al público. La CBP no ofreció cifras en respuesta a las preguntas sobre sus operaciones y planes, y apuntó únicamente que amplió las instalaciones en San Diego para gestionar los casos humanitarios.

Lee también: México respalda ante la ONU una investigación independiente por la masacre en la ciudad ucraniana de Bucha

“Nos dimos cuenta de que teníamos un problema que el gobierno no iba a solucionar, así que lo solucionamos”, dijo Phil Metzger, pastor de la Iglesia del Calvario, en Chula Vista, un suburbio de San Diego donde unos 75 devotos acogen a familias ucranianas y otros 100 refugiados duermen en colchones hinchables y bancos.

El gobierno del presidente, Joe Biden, dijo que aceptará hasta 100 mil ucranianos, pero México es la única ruta por donde entran en grandes cantidades. Las citas en los consulados estadounidenses en Europa son escasas y la reubicación de los refugiados lleva tiempo.

El gobierno estableció un tope de 125 mil refugiados en el periodo de 12 meses que finaliza el 30 de septiembre, pero hasta el 31 de marzo había aceptado a apenas 8 mil 758, incluyendo 704 ucranianos. En el año anterior, la cuota se limitó a 62 mil 500 personas, pero solo entraron 11 mil 411, de los cuales 803 eran ucranianos.

El año pasado, el gobierno aceptó a más de 76 mil afganos en aeropuertos estadounidenses en respuesta a la salida de sus tropas del país, pero para los ucranianos no hay previsto nada similar.

Oksana Dugnyk, de 36 años, dudaba sobre abandonar su casa en Bucha pero cedió a los deseos de su esposo antes de que los soldados rusos invadieran la ciudad y dejaran atrás calles sembradas de cadáveres. La pareja, con tres niños pequeños, estaba preocupada por la violencia en México, pero la sólida presencia de los voluntarios en Tijuana les tranquilizó y un amigo en Ohio accedió a acogerlos.

“Por el momento, todo va bien”, dijo Dugnyk un día después de llegar a un gimnasio de Tijuana que el gobierno municipal abrió para que unos 400 ucranianos puedan dormir en una pista de basquetbol. “Tenemos comida. Tenemos un lugar donde estar. Esperamos que todo vaya bien”.

Te puede interesar: Estados Unidos dará 100 millones de dólares más a Ucrania para ayuda militar

Comparte esta nota