El piloto mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez probó la conducción de un supercar en la demostración previa al Gran Premio de Australia, que se realizará a partir de este viernes en el Circuito de Albert Park.
Mientras el español Fernando Alonso estaba al mando del Mustang de Thomas Randle para dar vueltas de demostración, Checo Pérez pilotaba un modelo Ampol Racing respaldado por Red Bull.
El piloto de T8, Broc Feeney, acompañó a Checo Pérez desde los auriculares para orientarlo. Luego el mexicano también condujo el coche de repuesto del equipo para comparar velocidad días antes del Gran Premio de Australia, en donde espera que Red Bull haga un buen papel.
En las prácticas, al igual que lo hizo el español Fernando Alonso con un Tickford Ford Mustang de Thomas Randle (como parte de su acuerdo con el patrocinador Castrol), Checo Pérez aseguró que aunque le pareció complicado, fue una experiencia divertida conducir el supercar en Australia.
DIFERENTE
“Me sorprendió la cantidad de balanceo que tiene el coche sólo en las rectas. Rodaba bastante, así que me estaba acostumbrando a esa sensación y la frenada era el mayor reto que había. La eficacia de la frenada, el paso por curva, la velocidad de las curvas es muy diferente”, contó en declaraciones reproducidas por Motorsport.
Checo, quien debutó en la Fórmula 1 en la temporada 2011 con Sauber, explicó: “También es muy divertido la cantidad de bordillos que puedes tomar. En la Fórmula 1 estás muy limitado en ese aspecto y aquí puedes utilizar prácticamente toda la pista”.
Después de un fin de semana de descanso en la Fórmula Uno, las monoplazas alistan su regreso para disputar las prácticas libres, así como la clasificación y la gran prueba, que en Arabia Saudita lideró Max Verstappen mientras que Checo quedó en cuarto sitio.
