De acuerdo con información que publica el periódico estadounidense Wall Street Journal (WSJ), que cita “fuentes familiares en el asunto”, el magnate ruso Roman Abramovich, dueño del Chelsea, y dos enviados ucranianos que participaron en las negociaciones con Moscú, presentaron síntomas de envenenamiento a inicios de marzo luego de viajar a Bielorrusia para ser parte del equipo conciliador.
Los síntomas aparecidos en los tres casos fueron ojos enrojecidos, lagrimeo constante y molesto, y descamación en la piel de las manos y la cara, según el rotativo, que atribuye el posible ataque a “elementos radicales de Moscú” que trataban de boicotear esas negociaciones.
Pese a esos síntomas, sus vidas no corren peligro y todos ellos están evolucionando positivamente.
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Abramovich estuvo viajando entre Leópolis, Moscú y otras capitales en sus esfuerzos de mediación entre los gobiernos ruso y ucraniano, y aunque se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, este último no resultó afectado, según confirmó su portavoz, citado por el diario.
Las fuentes precisaron que era difícil determinar si el posible envenenamiento fue causado por un agente químico o biológico, o si se trató de una radiación electromagnética.
Russian oligarch Roman Abramovich and Ukrainian peace negotiators suffered symptoms of suspected poisoning after a meeting in Kyiv earlier this month, people familiar with the matter said https://t.co/uuf16onHCu
— The Wall Street Journal (@WSJ) March 28, 2022
MESAS DE NEGOCIACIÓN
Las mesas de negociaciones fueron instauradas tras la invasión desplegada por el gobierno de Vladimir Putin en Ucrania y su propósito ha sido dar una solución pacífica al conflicto para evitar mayores los daños en contra de los civiles.
La primera de ellas se celebró el 28 de febrero y se espera que la cuarta ronda se celebre en los próximos días en Turquía, así lo informaron autoridades turcas.
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Abramovich compró al Chelsea en 2003 y en semanas recientes tuvo cederlo tras la invasión de Rusia a Ucrania, a la espera de que sea vendido en una cifra histórica.
De acuerdo con otra versión, ésta de la agencia de noticias Reuters, la cual tuvo acceso a la declaración de un agente de la inteligencia de Estados Unidos que solicitó el anonimato, la información con la que cuentan los servicios de inteligencia de dicho país es que los síntomas que experimentaron los miembros de la delegación negociadora se debieron a condiciones ambientales y no a un posible atentado contra sus vidas.
Con información de EFE y Reuters
