La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, admitió este lunes que sí tuvo diferencias con el ex consejero de la presidencia, Julio Scherer Ibarra, durante su desempeño como secretaria de Gobernación.
Durante la Inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), expresó que la rencilla con el exfuncionario era “bastante obvia”, pero que tiene “la conciencia tranquila”.
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“En mi serie de tuits que mandé (el sábado), dije que era una cuestión del poder judicial y de la fiscalía. Teníamos bastantes diferencias y eso era bastante obvio. La realidad de las cosas es que hay algunas imprecisiones”, dijo la legisladora a medios de comunicación.
El 2 de marzo, la funcionaria dijo a medios de comunicación que las diferencias con Julio Scherer se dieron luego de que su administración en la dependencia investigó al ex consejero.
“La Secretaría tenía la facultad y la competencia para la relación con los poderes, con el Poder Judicial, la Fiscalía, el Legislativo. Yo no estaba defendiendo a la secretaria de Gobernación, estaba defendiendo a la Secretaría de Gobernación (Segob) en sus atribuciones y en sus facultades”, dijo entonces la legisladora.
A inicios de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la salida de Sánchez Cordero de la Secretaría de Gobernación se debió a discrepancias en su administración y que por ello la relevó en el cargo con el funcionario Adán Augusto, actual secretario en la dependencia.
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Por su parte, el abogado Paulo Díez Gargani acusó este domingo a Julio Scherer Ibarra, exconsejero jurídico de la Presidencia, de haber “traicionado” al presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien, afirmó, “engañó para obtener beneficios personales indebidos con cargo a México”.
Díez Gargani, que presentó una denuncia de hechos ante la FGR en contra de del exconsejero por los presuntos delitos de ejercicio ilícito del servicio público y tráfico de influencias, también dijo que Scherer Ibarra “miente” al acusar de “persecución política” al fiscal Alejandro Gertz Manero, pues según este, antes no había tensiones entre los funcionarios.
