Luego de que diputados locales de Sinaloa votarán para la despenalización del aborto en la entidad el pasado 8 de marzo, la diócesis de Culiacán compartió un comunicado donde rechazó la postura de los políticos, e hizo un llamado a negarles la comunión.
El padre de la diócesis de la capital sinaloense, Miguel Ángel Soto Gaxiola publicó en sus redes sociales un comunicado donde cuestiona que un diputado “que aprueba el aborto participe en la misa y comulgue”.
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Durante el Día Internacional de la Mujer, el Congreso de Sinaloa votó a favor de la despenalización del aborto en la entidad. Con 28 votos a favor, dos en contra y 10 abstenciones, los legisladores aprobaron permitir la interrupción legal del embarazo.
Lo anterior causó polémica en cuanto a las leyes religiosas que han manifestado su rechazo al aborto de manera contundente, por lo que la diócesis desaprobó la decisión del Congreso.
“Hoy tenemos a mucha gente escandalizada por la traición política de la enseñanza de la Iglesia sobre la fe y la moral de aquellos legisladores que se dicen ‘católicos’“, se lee en el comunicado emitido por las autoridades religiosas.
“Hay que tener en cuenta que, desde el Magisterio de la Iglesia siempre y en todo momento se ha defendido el valor de la vida desde su concepción hasta su muerte natural“, apunta la diócesis.
Seguido, señala que el argumento por parte de de legisladores católicos que “están a favor de la vida y los derechos humanos“ al mismo tiempo que apoyan el aborto “les hace creer que personalmente en la inmoralidad del aborto (por eso dicen que están ‘a favor de la vida’)“.
La carta firmada por el padre Soto Gaxiola subraya que ninguna persona que se diga católica y al mismo tiempo coopere o legisle en contra de la vida, no puede acercarse a la comunión sacramental, ni puede ser padrino o acompañante de otras personas que quieran recibir otros sacramentos como el bautismo.
“Si a los señores y señoras diputados bautizados católicos se les niega la Comunión, no es en lo absoluto una sanción eclesiástica sino el reconocimiento del estado objetivamente indigno de una persona a recibir la Sagrada Comunión“, concluye el escrito.
